En la ciudad de Sevilla, el comercio ambulante andaluz ha lanzado una alerta sobre la "decadencia" que ha experimentado el sector a lo largo del 2024, luego del "espejismo" que se vivió el año pasado, donde las ventas se mantuvieron similares --aunque sin alcanzar-- a los niveles anteriores a la pandemia. Sin embargo, la presencia de turistas en los mercadillos de playa durante este verano ha logrado "mejorar un poco la situación".
Estas fueron las declaraciones de Antonio Figueroa, miembro de la Federación Andaluza de Venta Ambulante y portavoz de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Jaén, a Europa Press. Figueroa aseguró que "el comercio ambulante está en decadencia este 2024". Señaló que durante los meses de invierno y primavera lograron al menos "subsistir", pero en verano "la situación no ha sido la misma".
Entre los factores que han contribuido al declive del comercio ambulante, Figueroa mencionó el "aumento de las temperaturas en verano", ya que los clientes de los mercadillos suelen ser "personas mayores que deben cuidarse de golpes de calor". Además, apuntó a las "grandes plataformas de ventas online" como responsables de causar un daño considerable al pequeño comercio. Expresó su preocupación por el futuro de la actividad, que considera "en grave peligro".
El portavoz de la asociación explicó que el comercio ambulante tal como se conocía años atrás está experimentando cambios debido a "importantes vacíos generados por la falta de vendedores, quienes están cambiando de actividad profesional, a la falta de relevo generacional y a motivos económicos". Además, lamentó que el Gobierno andaluz haya eliminado el Registro de Comerciantes Ambulantes, lo cual ha perjudicado a los vendedores.
En este contexto, Figueroa mencionó la existencia de un plan de activación del comercio ambulante en Andalucía que se ha implementado en administraciones anteriores, pero que ha desaparecido. Propuso la creación de un plan elaborado por las propias asociaciones dentro de la actividad para contrarrestar el "efecto negativo" en las ventas.
A pesar de la tendencia a la baja que ha seguido el comercio ambulante, Figueroa destacó que durante el verano, las provincias costeras han experimentado un aumento en la afluencia de turistas, lo que ha favorecido las ventas en los mercadillos playeros.
En relación a las zonas donde se lleva a cabo el comercio ambulante, Figueroa resaltó que en las zonas rurales estos mercados son de gran ayuda para los vendedores itinerantes, quienes ofrecen sus productos en diferentes pueblos y aldeas. También mencionó la presencia de este tipo de actividad en capitales de provincia, grandes pueblos y ciudades andaluzas.
El público que visita los mercadillos suele ser personas desocupadas o de edad avanzada, que disponen de tiempo para hacer sus compras en estos lugares. Aunque, Figueroa señaló que otros sectores como estudiantes y trabajadores lo tienen más complicado para asistir. Los fines de semana, especialmente los domingos, son los días de mayor afluencia en los mercadillos.
Según Figueroa, en Andalucía hay más vendedores ambulantes y puestos en los 778 municipios de la comunidad que en cualquier otra región de España, gracias a la tradición y la demanda del público. Además, destacó que este tipo de negocio contribuye significativamente a la economía andaluza, ya que los comerciantes ambulantes pagan más impuestos que los pequeños comercios.
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