En un contexto desolador, las calles de Valencia se encuentran repletas de desechos y objetos inservibles, lo que dificulta el tránsito y genera una atmósfera que recuerda a los estragos de una guerra. Aunque las labores de limpieza han comenzado a llevarse a cabo, el paisaje urbano sigue evocando una zona devastada por un conflicto armado.
Sevilla, 6 de noviembre. Los valientes bomberos de Sevilla han sido desplegados en Valencia para mitigar las atrocidades provocadas por el reciente temporal de lluvias intensas y riadas. Este fenómeno meteorológico ha dejado su huella con más de 210 pérdidas humanas en la Comunidad Valenciana, así como miles de afectados y una cantidad incalculable de daños materiales en decenas de localidades sumidas en el caos del agua y el barro. Su trabajo se asemeja a la recuperación de una área que ha sufrido un bombardeo, como señala José Amor, un bombero integrante de la ONG Proem-Aid.
Este segundo grupo de rescate está conformado por 14 miembros del Consorcio Provincial de Bomberos, incluidos un suboficial, un sargento, tres cabos y nueve bomberos, además de cuatro rescatistas de la ONG Proem-Aid y tres bomberos del parque de Utrera, lo que suma un total de 21 efectivos comprometidos con esta causa.
José Amor, quien se encuentra en el epicentro de la tragedia, ha descrito la situación en Catarroja como "indescriptible". La devastación causada por las lluvias torrenciales y las inundaciones es tal que provoca una sensación asfixiante de pérdida y destrucción. "Es como si fuera una zona de guerra", afirma, haciendo hincapié en que el entorno urbano y las viviendas parecen haber sido arrasados por un ataque aéreo. "Las calles están inundadas de enseres y resulta casi imposible transitar. Aunque la limpieza ha comenzado, aún se respira un aire bélico en este lugar", destaca con urgencia.
Sin embargo, a pesar de la tragedia que los rodea, José Amor menciona que el ánimo de los residentes presenta matices de esperanza. Asegura que, aunque la mayoría ha experimentado la pérdida de seres queridos o conocen a alguien que ha partido, la comunidad está intentando reconstruir sus vidas. "Es complicado, pero la gente está esforzándose por volver a empezar entre el fango que ha dejado la tormenta", explica, reflejando un equilibrio entre el dolor y la resiliencia.
El Consorcio Provincial de Bomberos de Sevilla, liderado por la Diputación, está organizando su tercera misión hacia Valencia, con el objetivo de relevar al segundo grupo de rescatistas. Se espera que esta nueva contingente llegue a la ciudad el jueves y permanezca hasta el domingo, según fuentes de la Diputación. El segundo grupo, por su parte, seguirá operando hasta ese día.
Además, el Ayuntamiento de Sevilla también ha contribuido al esfuerzo enviando un primer contingente de once bomberos hacia Antella, ubicados en la zona sur de Valencia. Este esfuerzo se complementa con el despliegue de agentes de la Policía Local, quienes también han viajado a la comunidad valenciana para apoyar en las cruciales labores de rescate y limpieza.
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