En una emocionante avance para la astrofísica, el laboratorio UMALaserLab de la Universidad de Málaga ha dado un paso significativo en el análisis de micrometeoritos. Este equipo de investigadores ha creado una innovadora herramienta que permite examinar la composición química de estos pequeños fragmentos cósmicos y clasificarlos de acuerdo con sus propiedades específicas. Lo más notable de esta nueva metodología es que es completamente no invasiva, lo que significa que los científicos pueden identificar las características de los micrometeoritos sin alterar su estructura original.
Este proyecto, enmarcado dentro de dos importantes iniciativas financiadas por la Junta de Andalucía y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, se centra en la aplicación de una tecnología unificada conocida como OC-OT-LIBS. Esta técnica combina tres métodos distintos: el catapultado óptico (OC), el atrapamiento óptico (OT) y la espectroscopia de plasmas inducidos por láser (LIBS), todos los cuales se basan en el uso de láseres para el análisis de los meteoritos.
El procedimiento que emplean los científicos consiste en colocar un fragmento del meteorito dentro de una celda de muestreo y hacer incidir sobre él un pulso láser que genera partículas micrométricas. Las características de estas partículas dependen de la zona específica del meteorito que es sometida a la acción del láser. Posteriormente, las partículas, atraídas por gravedad, son catapultadas individualmente mediante un segundo láser que las atrapa para su posterior análisis químico usando la técnica LIBS.
El investigador Francisco Javier Fortes, co-responsable de este estudio y profesor de Química Analítica en la Universidad de Málaga, destaca que las partículas obtenidas presentan geometría esférica. Esto indica que su forma y tamaño simulan efectivamente las características de los micrometeoritos reales. Esta innovadora técnica ha estado en desarrollo desde hace una década en UMALaserLab, un laboratorio que se ufanaba de ser el único en el mundo en aplicar esta tecnología y que fue galardonado en 2018 con el Lester W. Strock Award, un reconocimiento a la investigación de vanguardia en espectroscopía.
La estrategia de espectroscopia LIBS permite que los investigadores estudien la luz emitida por los micrometeoritos después de ser excitados por un láser. Este láser actúa como un punzón óptico, facilitando la generación de partículas en puntos específicos del meteorito que luego pueden ser aisladas y analizadas. Esta práctica no solo es innovadora, sino que también garantiza que la composición de los micrometeoritos permanezca intacta, evitando la contaminación durante el proceso.
En un artículo publicado en la revista Analytica Chimica Acta titulado 'On-The-Flight trapping, LIBS analysis and discrimination of single meteorite particles generated by laser ablation', los investigadores señalan que la combinación de estas tres técnicas ha demostrado su eficacia en la identificación de micropartículas de meteoritos de forma no invasiva. Según Fortes, “las pruebas realizadas en el laboratorio han sido muy satisfactorias”, confirmando la viabilidad de su metodología.
Otro de los aspectos destacados de esta técnica es su capacidad para generar partículas en diferentes áreas del meteorito matriz, permitiendo un análisis detallado de cualquier sección de interés. Este avance en la inspección de muestras delicadas no solo es revolucionario, sino que también podría contribuir significativamente al estudio del material extraterrestre, aportando información crucial sobre la formación y composición de los materiales a microescala.
Para alcanzar estos resultados sorprendentes, los investigadores simularon en el laboratorio el proceso de ablación láser en diversas áreas de un meteorito matriz, dando como resultado partículas de cinco tipos diferentes: meteoritos rocosos, metálicos, lunares, mesosideritos y condritas carbonáceas, siendo estos últimos los más antiguos registrados. La habilidad para manipular estas pequeñas partículas es clave, especialmente porque su tamaño micrométrico las hace muy difíciles de manejar sin las técnicas adecuadas.
Utilizando la metodología OC-OT-LIBS, los investigadores lograron clasificar los cinco tipos de meteoritos según sus diferencias composicionales. Fortes concluye afirmando que “la catalogación fue inequívoca, lo que demuestra que esta metodología no invasiva es exitosa”. Actualmente, el equipo del UMALaserLab se encuentra en proceso de mejorar esta innovadora técnica, ampliando el número de muestras y desarrollando un procedimiento que permita análisis semicuantitativos.
De cara al futuro, los investigadores no solo ven aplicaciones en geoquímica planetaria, sino que también están explorando cómo esta avanzada metodología podría utilizarse en campos emergentes como la nanotecnología y el desarrollo de sensores químicos, ampliando así las fronteras del conocimiento y la investigación en múltiples disciplinas científicas.
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