En un giro significativo en su estrategia financiera, el grupo de infraestructuras energéticas y tratamiento de aguas, Cox, ha decidido reducir el tamaño de su opción de sobreadjudicación en su oferta pública de venta (OPV). Originalmente fijada en un 15%, este margen se disminuirá a un máximo del 10% de la oferta, reveló la compañía en un comunicado.
Cox anunció que a lo largo de este miércoles se espera la comunicación del precio final con el que se introducirá en la Bolsa, tras haber extendido el período de prospección de la demanda. Este anuncio se llevó a cabo en un informe dirigido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La compañía matizó que el importe definitivo de la opción de sobreajudicación se dará a conocer justo en el momento en que se anuncie el precio de la oferta. Este ajuste en las expectativas refleja una tendencia más cautelosa y adaptativa en un entorno financiero que ha sido volátil en los últimos tiempos.
No solo ha cambiado la opción de sobreadjudicación; Cox también ha decidido reducir su oferta pública inicial, que ahora se estima en unos 175 millones de euros, bajando desde los originalmente previstos 200 millones.
Conforme a los detalles presentados en un suplemento del folleto informativo, la compañía modificó la oferta de acciones, que ahora oscila entre 15,37 millones y 17,10 millones de títulos ordinarios, en lugar de los 17,57 millones a 19,55 millones que se habían planeado inicialmente.
Este ajuste implica que los ingresos brutos que se esperan recaudar se fijan en alrededor de 175 millones de euros. La opción de ‘green shoe’, generalmente empleada para estabilizar el precio de las acciones tras el debut, está asignada a entidades como Banco Santander, BofA Securities Europe y Citigroup Global Markets Europe AG, quienes actúan como coordinadores globales de la oferta.
En cuanto a la valorización de la empresa para su debut en el Mercado Continuo, se ha determinado un rango de precios de entre 10,23 euros y 11,38 euros por acción. Con la reciente reducción de la oferta, se estima que el valor de Cox podría oscilar entre 810 y 901 millones de euros, lo que refleja una reevaluación del mercado en tiempo real.
El paso de Cox hacia el mercado de valores es un hito relevante, ya que su filial Cox Energy ya figura en el BME Growth. La empresa se lanzará en el Mercado Continuo bajo el nuevo nombre de Cox, luego de integrarse con los activos de Abengoa, una jugada que denota su ambición de expandir su alcance en el sector energético.
Este esfuerzo marca el segundo debut en el mercado español esta semana, en un contexto donde el cambio y la innovación parecen ser más necesarios que nunca. Justo antes, Inmocemento, la nueva entidad que agrupa los negocios inmobiliarios y de cemento de FCC, también se presentó en la misma plaza bursátil.
El consejo de administración de Cox está compuesto por un diverso grupo de expertos y profesionales, con doce miembros que abarcan diferentes sectores del mundo empresarial. Enrique Riquelme, presidente y fundador del grupo, se mantiene como el principal accionista, poseyendo el 77,85% del capital, aunque esta participación podría disminuir hasta el 61,31% si se ejerce completamente la opción de sobreasignación conforme a la nueva oferta.
Asimismo, los cambios en la estructura accionarial afectan a otros inversores clave. Alberto Zardoya podría ver su participación del 14,96% bajando al 12,03%, mientras que HNA podría reducir su cuota desde un 4,65% a un 3,56% tras este proceso.
En términos de uso de los recursos provenientes de la oferta, Cox ha señalado que destinará un 47% de los ingresos netos a financiar parcialmente sus proyectos estratégicos en energía, un área que representa el 42,37% de su cartera de generación. Además, se invertirán en concesiones de agua y transmisión, lo que evidencia un enfoque integral hacia el crecimiento sostenible y la diversificación de su modelo de negocio.
El grupo también ha informado que, a corto plazo, sus flujos de caja se destinarán al crecimiento de la empresa, con la decisión de no distribuir dividendos durante los próximos tres años. La falta de una política de dividendos específica demuestra una estrategia centrada en la reinversión y la expansión en lugar de en el retorno inmediato a los accionistas.
En cuanto a la disposición de los inversores, ya se ha confirmado un compromiso para adquirir alrededor del 30% de la oferta, incluyendo importantes actores como Amea Power de Emiratos Árabes Unidos y Attijariwafa Bank de Marruecos, así como la empresa española Corporación Cunext, sumando un respaldo significativo para la entrada de Cox al mercado.
Los datos financieros de Cox revelan que en 2023 la compañía reportó un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 103 millones de euros y unos ingresos que alcanzaron los 581 millones de euros. En el primer semestre del año en curso, la empresa obtuvo ingresos de 306 millones de euros, con un sólido Ebitda de 81 millones y un notable aumento en su backlog de contratos firmados pendientes de ejecución, valorado en 1.600 millones de euros.
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