La Guardia Civil de Sevilla ha desarticulado una organización que se dedicaba a la venta ilegal de aceite de oliva virgen extra. Esta red contaba con una nave en Mairena del Alcor donde mezclaban el aceite de oliva con aceites vegetales y de baja calidad para luego vender el producto adulterado como auténtico aceite de oliva virgen extra. En total, se han investigado a cinco personas y se han retirado del mercado aproximadamente 6.400 litros de aceite adulterado.

La investigación comenzó después de que un consumidor denunciara en el Cuartel de la Guardia Civil de Brenes que había comprado dos garrafas de aceite de oliva virgen extra y al utilizarlo en la freidora notó un fuerte olor desagradable y una especie de espuma saliendo del aceite. El afectado proporcionó una prueba analítica que demostraba que se trataba de una mezcla de aceite de girasol y aceite Lampante.

Los agentes del Seprona de Sevilla inspeccionaron el lugar donde se había comprado el producto y comprobaron que todas las existencias de esa marca habían sido vendidas, ofreciendo otra marca elaborada por la misma empresa. Después de retirar las existencias y realizar análisis, se descubrió que se trataba de otra mezcla de aceites de semillas con aceite de oliva de baja calidad.

El pasado 4 de diciembre, en el marco de la operación Helianthus, la Guardia Civil registró una nave en El Mairena del Alcor dedicada a mezclar aceites vegetales y aceite de oliva de baja calidad para venderlo como aceite de oliva virgen extra. En el interior de la nave clandestina se encontraron varios depósitos de 1.000 litros de aceites vegetales y de oliva, además de una potente mezcladora conectada a un sistema de distribución en garrafas de cinco litros.

Durante la inspección, los agentes encontraron garrafas vacías de plástico verde, etiquetas de diferentes marcas, tapones para el cierre y un total de 4.000 litros de aceites de origen desconocido en los depósitos, así como 900 litros de supuesto aceite de oliva virgen extra listo para su distribución.

Posteriormente, se procedió a la retirada de aproximadamente 6.400 litros de supuesto aceite de oliva virgen extra repartidos en varias marcas. En el proceso de actuación de la organización, se creaba un registro sanitario, ya sea ficticio o real, se utilizaba una razón social con cierta tradición olivarera y se adquirían aceites de semillas o de baja calidad que necesitaban refinar. Estos aceites se mezclaban para agregar sabor a oliva y luego se creaban etiquetas atractivas para los consumidores. Todo esto se ofrecía a precios mucho más bajos que el valor de mercado.

En el marco de esta operación, se han detenido e investigado a cinco personas pertenecientes a esta organización. Cada uno de ellos desempeñaba roles específicos y estaban dedicados a la mezcla de aceites de semillas con aceite de oliva para su posterior venta como aceite de oliva virgen extra o bajo otras denominaciones fraudulentas. Toda esta actividad se llevaba a cabo en una nave clandestina sin ninguna medida sanitaria que garantizara la seguridad del producto para el consumo humano.