En Córdoba, el presidente de la Sectorial del Ajo de Asaja, Miguel del Pino, ha anunciado el inicio de la recolección y arranque mecanizado del ajo en la provincia, anticipando una cosecha reducida debido a la disminución del 50% en la superficie sembrada en comparación con la temporada anterior, provocada por la escasez de agua.
La emergencia causada por el bajo nivel de los embalses durante el otoño y el invierno llevó a muchos productores a decidir no sembrar, al no contar con recursos hídricos suficientes para garantizar el desarrollo adecuado del cultivo.
De acuerdo con la información de Asaja Córdoba, esta reducción significativa en comparación con la temporada anterior, que ya había experimentado un descenso notable, resulta en una superficie total muy por debajo de las 2.000 hectáreas registradas en años anteriores, lo que naturalmente se traduce en una marcada disminución de la producción.
Del Pino explicó que el cultivo del ajo requiere una inversión anual significativa y que la falta de garantías de agua durante la siembra llevó a los productores a optar por otras provincias con mayores recursos hídricos, como Granada, Málaga o Ciudad Real.
Por otro lado, la perspectiva para la próxima temporada podría ser más prometedora, debido a las asignaciones hídricas para el verano y otoño aprobadas recientemente por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, superiores a las del año anterior.
Sin embargo, persisten preocupaciones por la situación del Genil-Cabra, crucial para los municipios donde se siembra la mayor parte del ajo, debido a la escasez de agua como consecuencia de la obstrucción por lodo en la zona.
A pesar de todo, las condiciones del cultivo en el campo actualmente son favorables gracias a las lluvias de marzo, lo que podría resultar en una excelente calidad de la cosecha, aunque se espera una reducción en la cantidad debido a la disminución de la superficie sembrada.
En cuanto a los precios, se ha observado un aumento interesante en el mercado debido a la menor disponibilidad de existencias, aunque se espera que esta tendencia se mantenga en los próximos meses, siempre y cuando no continúen llegando producciones desde Egipto.
Finalmente, Del Pino destacó que, al igual que otros cultivos, la rentabilidad del ajo ha disminuido considerablemente en los últimos años debido al aumento de los costos, lo que ha contribuido a la pérdida de superficie cultivada, agravada por las restricciones impuestas por la Unión Europea en el uso de ciertos productos fitosanitarios.
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