En la región de Andalucía, el mes pasado el Ingreso Mínimo Vital (IMV) llegó a 198.023 hogares, beneficiando a un total de 612.453 personas, según datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). La cuantía media de la prestación por hogar se sitúa en 452,6 euros, sumando un total de 107,6 millones de euros en la comunidad andaluza.

Este programa, diseñado para prevenir la pobreza y la exclusión social, está dirigido a personas solas o a familias que carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades. En comparación con el año pasado, se ha registrado un aumento del 33,8% en el número de prestaciones activas en la región andaluza.

Desde su implementación en junio de 2020 durante la pandemia de Covid-19, el IMV ha llegado a 266.843 hogares, protegiendo a 813.205 personas, de las cuales más de 346.000 son niños y adolescentes. En total, la Seguridad Social ha destinado 3.173 millones de euros al abono de estas prestaciones en Andalucía.

En cuanto al perfil de los beneficiarios, destaca que el 70,7% de los hogares beneficiarios tienen menores a su cargo, lo que representa a 140.035 unidades de convivencia. Además, el 40,1% de los beneficiarios son menores de edad, sumando un total de 245.635 personas en esta situación en la región.

Desglosando los datos, se observa que el IMV-CAPI, destinado a ayudar a la infancia, ha llegado a 143.885 hogares en Andalucía. Esta modalidad ofrece diferentes montos de ayuda dependiendo de la edad de los niños, contribuyendo así al bienestar de las familias más vulnerables.

Es importante destacar que las mujeres son parte fundamental de los beneficiarios del IMV en Andalucía, representando el 72,9% de los titulares y el 53,09% de los beneficiarios en la región. Esta cifra refleja la importancia de este programa en la protección de los sectores más vulnerables de la población andaluza.