La Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva (Aiqbe) ha expresado su preocupación ante el impuesto a empresas energéticas anunciado por el Gobierno, argumentando que podría impactar en las inversiones en la región. El presidente de la asociación, José Luis Menéndez, señaló que esta medida podría llevar a reconsiderar inversiones o incluso a que las empresas opten por otros territorios más competitivos.
Menéndez destacó las ventajas competitivas de Huelva, como su ubicación geográfica, el Puerto y el potencial para energías renovables, pero advirtió que el impuesto podría reducir esas ventajas y afectar la capacidad de inversión de las empresas y futuros inversores.
La incertidumbre generada por este impuesto, combinada con otros factores como la tecnología, podría influir en las estrategias de inversión de las empresas, como en el caso de Cepsa, que recientemente anunció planes de inversión fuera de España.
La Aiqbe muestra una gran preocupación porque considera que este impuesto podría afectar a las inversiones planeadas en Huelva relacionadas con la descarbonización y la economía circular. La falta de certidumbre y la inseguridad jurídica podrían disuadir a inversores extranjeros de apostar por la región.
Menéndez subrayó que Andalucía está en la mira de importantes inversiones, con posibilidades de crear miles de empleos, pero el impacto negativo de este impuesto en la región podría hacer que las empresas reconsideren sus planes en Huelva.
El impuesto a las empresas energéticas puede perjudicar los proyectos de descarbonización e industria energética, ya que reduce los ingresos disponibles para inversión. La posibilidad de que las empresas opten por trasladar sus proyectos a Portugal, un país con similitudes pero ventajas competitivas fiscales, también preocupa a la asociación.
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