La flota mediterránea de España continuará su actividad en 2025 gracias a nuevas estrategias de gestión.
Las embarcaciones pesqueras en España cuentan con una excelente oportunidad de modernización, gracias a que la Unión Europea financiará al 100% las inversiones necesarias, como la adquisición de mallas y puertas voladoras.
En una reciente reunión en Bruselas, se definieron medidas cruciales para asegurar que la flota pesquera española pueda continuar operando en el Mediterráneo durante 2025, manteniendo la misma cantidad de días de pesca que en 2024. Estas decisiones están orientadas a la sostenibilidad de las pesquerías y abarcan desde vedas temporales hasta modificaciones en el diseño de los equipos de pesca.
Según indica el Ministerio de Agricultura, implementar estas medidas será clave para que el sector pesquero no solo mantenga su actividad económica, sino que también contribuya a la recuperación de diversas especies, enfocándose particularmente en la merluza, que actualmente es una de las más amenazadas.
En cuanto a las vedas, que ya se están aplicando en aguas españolas, se estima que establecer una veda temporal de cuatro semanas permitirá recuperar un 15% de los días de trabajo. Además, introducir una veda en aguas de entre 800 y 1.000 metros de profundidad añadirá otro 3%, mientras que una pausa de seis semanas entre 100 y 500 metros podría recuperar un 10% adicional.
Con estas estrategias, se proyecta la posibilidad de recuperar hasta un 30% de los días de pesca mediante un cambio en el tamaño de las mallas a 45 milímetros para la pesca costera, y un 50% para la pesca en profundidad con mallas de 50 milímetros.
Es notable que ya un 10% de la flota ha adoptado este cambio en las mallas, lo que no solo optimiza la selección de especies, mejorando así la salud de los recursos marinos, sino que a su vez reduce el consumo de combustible y simplifica la clasificación de las capturas.
Asimismo, la introducción de puertas voladoras, que también se financian con fondos comunitarios, representa otra oportunidad para recuperar un 3% de jornadas pesqueras. Actualmente, alrededor de 120 barcos, es decir, el 20% de la flota, ya están utilizando esta innovadora técnica de pesca, que ha demostrado además un ahorro del 30% en el consumo de combustible.
En términos económicos, el costo de adaptar los barcos a las nuevas normativas sería de entre 500 y 700 euros para las mallas, mientras que las puertas voladoras requerirían una inversión más elevada, entre 50.000 y 60.000 euros. Sin embargo, ambas inversiones se verán cubiertas al 100% por los fondos de la Unión Europea, lo que reduce la carga financiera sobre los pescadores y elimina la necesidad de un plan de reconversión, según el Ministerio.
Desde el Ministerio de Agricultura se enfatiza que estas inversiones no solo son viables, sino que son una oportunidad de retorno garantizado a través del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa). Esto responde a una necesidad ineludible de recuperar y sostener los recursos pesqueros de manera responsable y efectiva.
En lo que respecta al reciente acuerdo alcanzado en Bruselas, se ha informado que Italia, en una postura divergente, ha instado a sus pescadores a rechazar el acuerdo y asumir las sanciones correspondientes. En contraste, las autoridades españolas consideran que las medidas son "perfectamente" viables para el sector pesquero local.
Para abordar estos temas y discutir los próximos pasos, el Ministerio, liderado por Luis Planas, planea reunirse con Cepesca, la patronal de los armadores españoles, y con la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, con el fin de delinear claramente los días en que podrán realizar actividades de pesca en el Mediterráneo.
En el contexto del Atlántico, los resultados han sido alentadores, destacándose el aumento de las cuotas para varias especies. En particular, para la merluza sur, que se mantiene en 10.953 toneladas, hay proyecciones de que se podrían obtener hasta 12.000 toneladas, gracias al buen estado de esta pesquería, lo que beneficiaría tanto a la flota del Cantábrico noroeste como a la del Golfo de Cádiz, asegurando una "cuota más que suficiente" para sus operaciones.
Además, se han registrado aumentos significativos en las cuotas de otras especies importantes como el gallo sur, con 3.942 toneladas, el rape sur con 4.340 toneladas, y un notable incremento en la cuota de cigala, especialmente en la unidad funcional 31, que se ha duplicado. En el Golfo de Cádiz, también se ha logrado mantener estable la cuota de cigala para la unidad funcional 30, a pesar de las propuestas iniciales de reducción.
Finalmente, las perspectivas son optimistas tanto para el Golfo de Cádiz, donde se han elevado las cuotas de anchoa y sardina, como para la flota del Cantábrico Noroeste, que también se beneficiará del mantenimiento de las cuotas de merluza sur y otras especies, augurando un futuro prometedor para la pesca sostenible en la región.
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