En una notable sesión celebrada el 4 de noviembre en Madrid, la junta general extraordinaria de accionistas de Cox ha dado luz verde a la compra del 100% de Iberdrola México. Esta transacción, acordada en julio y valorada en 4.200 millones de dólares (aproximadamente 3.700 millones de euros), representa un avance significativo en la expansión internacional de la empresa.

La asamblea, que logró un quorum del 84,30%, aprobó por unanimidad las propuestas presentadas en el orden del día, con un apoyo del 100% de los votos. Este respaldo contundente se traduce en un sólido compromiso de los accionistas con la dirección estratégica de la empresa, según informó la propia compañía.

Enrique Riquelme, CEO de Cox, resaltó la importancia de esta adquisición al calificarla como un "hito crucial" en el enfoque global de la firma. Riquelme enfatizó que esta compra no solo fortalece su presencia en México, sino que también alinea a la empresa con sus ambiciones estratégicas a largo plazo, reafirmando su papel en los sectores de agua y energía a nivel mundial.

El grupo indicó que la aprobación de esta operación significa un cambio radical, consolidando su posición como una empresa universal de servicios públicos y asegurando su liderazgo en uno de los mercados más relevantes para su crecimiento.

Con más de diez años de presencia en el territorio mexicano, Cox adquirirá un total de 15 centrales, que suman 2,6 gigavatios (GW) de capacidad. Esta cantidad incluye 1.368 megavatios (MW) provenientes de centrales de ciclo combinado y cogeneración, así como 1.232 MW de fuentes eólicas y fotovoltaicas.

La falta de un detalle revelador es que Cox también se posicionará como el mayor proveedor de usuarios calificados en México, alcanzando una participación de mercado del 25% y gestionando más de 20 teravatios hora (TWh) de suministro. Además, la empresa incorporará un atractivo portafolio de proyectos de generación, que abarca más de 12 GW en diversas fuentes de energía.

Esta transacción coloca a Cox en una posición privilegiada dentro del dinámico mercado energético de México, uno de los países donde la empresa tiene una mayor experiencia entre los cerca de treinta en los que opera. En un contexto regulatorio renovado gracias al Plan México, esta operación también promueve un entorno más seguro para las inversiones extranjeras en el país.