En el día de hoy, la empresa Cobre Las Cruces, propiedad de la gran multinacional canadiense First Quantum y encargada de la explotación de la mina a cielo abierto en los terrenos de Gerena, Salteras y Guillena en la provincia de Sevilla, ha dado a conocer que ha completado la rehabilitación ambiental de un tercio de la superficie del complejo minero-metalúrgico hasta la fecha, mientras se encuentra en proceso de venta por parte de la multinacional.

Según lo informado por la empresa, ya se han restaurado 350 de las 1.000 hectáreas del espacio minero, donde se ha llevado a cabo un programa progresivo de rehabilitación ambiental desde el inicio de las operaciones en 2006. En este tiempo, se han plantado más de 230.000 árboles y arbustos para restaurar diversas áreas del complejo, como arroyos, caminos rurales y escombreras.

La compañía ha dado a conocer estos datos en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el 5 de junio y que en esta ocasión se centra en la restauración de tierras y la lucha contra la sequía.

El director general de CLC, Pedro Soler, ha destacado el continuo compromiso de la empresa con la minería segura, responsable y respetuosa con el entorno, enfatizando en la importancia de la rehabilitación ambiental progresiva que realizan desde el primer día de trabajo en el terreno.

En cuanto a las especies utilizadas para la reforestación en las áreas mineras, se han elegido acebuches, lentiscos, algarrobos y palmitos por su adaptación al paisaje y ecosistema de la zona de campiña sevillana.

Además, la empresa ha anunciado que continúan avanzando en su nuevo proyecto minero-metalúrgico, que incluirá una mina subterránea y una planta polimetalúrgica para la producción de cobre, zinc, plomo y plata. Ante el agotamiento de la veta principal de cobre, la empresa busca diversificar su producción de metales base.

Otras acciones medioambientales destacadas por CLC incluyen el uso de agua regenerada para el proceso de tratamiento del mineral, proveniente de la estación depuradora de aguas residuales de Sevilla, así como una gestión avanzada de los residuos mineros sin depósitos de lodos, optando por un almacenaje encapsulado con posterior revegetación de la zona.

Además, se han desarrollado trabajos de rehabilitación en los arroyos Garnacha y Molinos, donde se realizó un desvío de su cauce para permitir la actividad minera, así como mejoras en el entorno del embalse de almacenamiento de agua que ha creado un ecosistema único donde conviven diversas especies animales, incluyendo aves amenazadas.

En resumen, el compromiso ambiental de Cobre Las Cruces se enfoca en la restauración ecológica progresiva y ahora se encuentra enfocado en su nuevo proyecto minero de Las Cruces, que promete empleo, inversión en tecnologías limpias y la prolongación de la rehabilitación ecológica durante muchos años más.