La Denominación de Origen Protegida (DOP) Los Pedroches está considerando presentar un recurso de alzada en respuesta a los cambios aprobados en mayo por la DOP Guijuelo, que han sido ratificados en agosto por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Desde la DOP Los Pedroches, que tiene su sede en Villanueva de Córdoba, sostienen que estas modificaciones crean una "situación desigual" que favorece a la DOP de Salamanca, comprometiendo la equidad en el sector.

En declaraciones a Europa Press, Juan Luis Ortiz, secretario general de la DOP Los Pedroches, explicó que la modificación permite ahora que se incluyan cerdos con un 50% de raza ibérica, cruzados con Duroc, en la DOP Guijuelo. Anteriormente, el porcentaje mínimo requerido era del 75%. Además, la normativa ahora permite una densidad de producción de hasta 100 cerdos por hectárea, lo que plantea un cambio significativo respecto al enfoque extensivo tradicional que limitaba esta cifra a solo 12 cerdos por hectárea.

Ortiz aclara que, aunque la DOP Los Pedroches respeta las decisiones de otras denominaciones de origen, consideran que la nueva postura de Guijuelo contradice el principio de calidad diferenciada que debería caracterizar a las Denominaciones de Origen Protegidas. A su juicio, permitir la inclusión de producciones que anteriormente eran clasificadas simplemente como calidad comercial es un paso incorrecto.

Según él, estas prácticas intensivas carecen de un vínculo con el territorio, lo que contradice el espíritu de la Denominación de Origen Protegida establecido por la Unión Europea. Ortiz argumenta que la falta de conexión territorial de estas producciones puede llevarse a cabo en cualquier lugar, incluso fuera del país, lo que debilita el propósito de las DOP de salvaguardar los productos específicos de ciertas áreas geográficas.

Además, advierte que las prácticas intensivas son nocivas para el medio ambiente, ya que la producción excesiva de purines de cerdo se vierte con frecuencia sin control, deteriorando el suelo de la dehesa y provocando daños irreparables en el ecosistema local. Este impacto se traduce en la muerte de árboles centenarios y en la contaminación de las aguas subterráneas por nitrógeno.

Ortiz considera que es una grave equivocación que se permita este tipo de producción bajo la protección de una Denominación de Origen, dado que ya se había cuestionado su legalización en la normativa actual sobre el ibérico.

Pese a las preocupaciones planteadas, el secretario general se muestra optimista respecto a que la Norma de Calidad del Ibérico mantenga la equidad en su aplicación a nivel nacional, ya que dicha normativa es uniforme en toda España. Sin embargo, sostiene que las decisiones tomadas por la DOP Guijuelo crean una jerarquía que desvirtúa el esfuerzo de diferenciación que han perseguido diversas DOP hasta ahora.

Otro punto de preocupación es que Guijuelo ha establecido una excepción que permite que su zona de producción se extienda más allá de su zona de elaboración, incluyéndose el norte de Córdoba. Esta situación da a los productores la opción de acogerse a dos regímenes de calidad, que son percibidos como similares, pero en realidad tienen requisitos radicalmente diferentes, lo que perpetúa una desigualdad que desfavorece a la DOP Los Pedroches.

Ante este panorama, Ortiz menciona que, tras la reciente modificación, y dado que no se les había informado previamente de estos cambios, la única vía que les queda es presentar un recurso de alzada para defender sus intereses.

La DOP Los Pedroches planea abordar esta cuestión en sus próximas reuniones del Consejo Regulador, especialmente dado el traslape en la zona de producción, que podría causar confusión entre los productores sobre las exigencias de cada DOP.