En Huelva, el pasado 9 de mayo, alrededor de 3.000 ciudadanos se han congregado en la Plaza de las Monjas para expresar su frustración y cansancio debido a la constante falta de inversión en la región por parte de las administraciones públicas, especialmente en el ámbito ferroviario. Exigen ser equiparados al resto de España en materia de infraestructuras ferroviarias del siglo XXI y no del XIX.

La plataforma ciudadana '¿Y Huelva cuando?', organizadora de la concentración, ha destacado a través de un manifiesto leído por Juan José García del Hoyo, catedrático de Economía de la Universidad de Huelva, que la provincia ha sido la menos favorecida en inversión en infraestructuras durante las últimas tres décadas. Señalan la necesidad de poner fin a las falsas promesas y a los intereses políticos que priorizan el beneficio propio sobre el bienestar de los ciudadanos.

En el manifiesto se menciona la falta de inversiones en carreteras, hospitales, infraestructuras hidráulicas y eléctricas, así como la problemática del Hospital Materno-Infantil y el retraso en la apertura del Chare de Lepe. También se resalta la importancia de proyectos como la Presa de Alcolea y el Canal de Trigueros, que han sido postergados por años.

Además, se hace hincapié en la necesidad de mejorar las redes eléctricas y viales en la provincia, así como en la importancia de la línea de Alta Velocidad, en la cual Huelva ha sido excluida a pesar de los años de promesas incumplidas.

La plataforma también menciona la pérdida de pernoctaciones hoteleras en beneficio de otras zonas con mejores infraestructuras, subrayando la urgencia de comenzar las obras de la línea de Alta Velocidad antes del 2030 y finalizarlas antes del 2035.

Políticos de diferentes partidos han apoyado la concentración, incluyendo a la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, y el presidente del PP de Huelva, Manuel Andrés González, quienes han coincidido en la necesidad imperante de mejorar las infraestructuras de la provincia.

En definitiva, la población de Huelva ha manifestado su hartazgo y su determinación de no esperar más por las mejoras que necesitan desesperadamente en su región, fundamentalmente en el ámbito ferroviario y en otras infraestructuras que han sido postergadas durante demasiado tiempo.