HUELVA, 6 Nov. - En una carta titulada 'Valoración moral del nacionalismo', el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, ha expresado su desacuerdo con los nacionalismos, afirmando que ponen en riesgo la convivencia en España al negar la soberanía del país. Además, ha criticado la pretensión de configurar políticamente la realidad estatal y reclamar la independencia unilateralmente.
El obispo ha destacado que la base de cualquier sociedad es la dignidad de la persona humana, que tiene la capacidad de elegir libremente y vivir en comunidad con otros. También ha mencionado que la nación, entendida como una comunidad unida por vínculos culturales, se constituye a través de un intercambio histórico entre diferentes culturas.
Según Gómez Sierra, es necesario distinguir entre la nación, como una realidad eminentemente cultural, y el Estado, que es primariamente político. Ha señalado que cuando varias realidades culturales están vinculadas legítimamente dentro de un mismo Estado, no tienen necesariamente un derecho a la soberanía política.
El obispo ha destacado que los diferentes pueblos del Estado español iniciaron un proceso cultural común como resultado de la romanización y del cristianismo, lo cual ha dado lugar a una unidad cultural básica y a un Estado plurisecular. En este sentido, considera moralmente cuestionable que cada una de las nacionalidades o pueblos que históricamente integran un Estado pretendan unilateralmente una configuración política y reclamen la independencia por su sola voluntad.
Gómez Sierra ha afirmado que cuando una idea se convierte en un principio absoluto de la acción política y se impone de forma totalitaria, se pervierte el orden moral y la vida social. Además, ha destacado que el nacionalismo totalitario pretende imponer por la fuerza sus propias convicciones políticas y llega a eliminar a aquellos que tienen otras opciones políticas legítimas.
El obispo ha reconocido que existen otras opciones políticas de tipo nacionalista que se ajustan a la norma moral y al bien común, siempre y cuando estén ordenadas al bien común de todos los ciudadanos y respeten los derechos de los demás.
Gómez Sierra ha advertido sobre el peligro de considerarse la única forma coherente de proteger los propios valores y de menospreciar los valores de otras realidades culturales. Además, ha afirmado que negar unilateralmente la soberanía de España pone en peligro la convivencia de los españoles.
El obispo ha animado a los diocesanos a participar activamente en cuestiones políticas y ha instado a elevar oraciones por la convivencia y solidaridad entre todos los pueblos de España.
Gómez Sierra ha aclarado que no corresponde a los pastores de la Iglesia intervenir directamente en la acción política, pero sí tienen la responsabilidad de instruir e iluminar la conciencia de los fieles, para que su acción como ciudadanos esté al servicio de la promoción integral de la persona y del bien común.
Por último, ha mencionado que un orden social laico, entendido como la autonomía de la esfera civil y política respecto a la esfera religiosa y eclesiástica, es un valor reconocido por la Iglesia y pertenece al patrimonio de la civilización occidental.
En conclusión, el obispo ha expresado su desacuerdo con los nacionalismos que niegan la soberanía de España, al considerar que ponen en peligro la convivencia y que cada realidad cultural no tiene necesariamente un derecho a la soberanía política. Además, ha destacado la importancia de respetar los derechos de los demás y promover el bien común en cualquier opción política.