El pasado viernes en Córdoba, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, expresó su apoyo a la decisión de la Junta de Andalucía de ejercer sus competencias en la vacunación del ganado contra la enfermedad de la lengua azul. Según Planas, no debe ser responsabilidad exclusiva del Gobierno central abordar esta situación sanitaria.

Esta declaración se produjo durante una rueda de prensa en la que Planas fue cuestionado sobre la solicitud de la Junta al Ministerio para pedir a la Unión Europea que active la reserva de crisis de la Política Agraria Común (PAC). Esta medida busca ayudar a los ganaderos andaluces afectados por la proliferación de esta enfermedad en sus rebaños. Además, la Junta ha anunciado que cubrirá el 100% de los costos de las vacunas que se adquirirán en 2025 para enfrentar este reto sanitario.

El ministro, al hacer mención a la realidad de la lengua azul en el país, comentó que actualmente hay cuatro serotipos identificados en España, siendo los serotipos 3 y 8 los más activos. Recordó que hasta el año anterior, la estrategia nacional implicaba la erradicación obligatoria a través de vacunaciones, lo que significaba que los animales susceptibles a la enfermedad quedaban inmovilizados si no eran vacunados. Esta metodología se consideraba la más efectiva para afrontar la amenaza.

Sin embargo, Planas señaló que las comunidades autónomas, incluyendo Andalucía, optaron por un enfoque que permitiera la vacunación voluntaria, lo que llevó a la creación de nuevas normativas en torno a la sanidad animal. En este contexto, subrayó que la competencia en la materia recae en las comunidades autónomas.

El titular de Agricultura también mencionó que existe un plan de coordinación nacional, establecido por la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria de España (Rasve), que a principios de enero permitió a los ganaderos decidir si vacunaban a sus animales o no. Planas enfatizó que, aunque la vacunación es actualmente voluntaria, es igualmente crucial para controlar la enfermedad.

En su opinión, la Junta de Andalucía está cumpliendo con su rol en la gestión de la sanidad animal, incluso anunciando pequeñas ayudas para los ganaderos. A Planas le sorprende que estos esfuerzos sean considerados extraordinarios, señalando que lo habitual debería ser que cada organismo público asumiera sus responsabilidades. “No se puede esperar que el Gobierno central lo resuelva todo”, añadió.

A pesar de la situación, el ministro defendió que en los últimos siete años se han invertido más de 1.300 millones de euros en Andalucía para abordar asuntos de sanidad animal. Planas concluyó afirmando que es fundamental que cada parte actúe según le corresponde y expresó su satisfacción con la actitud proactiva de la Junta en este contexto.