El presidente del Gobierno ha cerrado en Sevilla la IV Conferencia sobre la Financiación para el Desarrollo de la ONU, un evento que ha resaltado la importancia de la colaboración global en un contexto donde muchos intentan ignorarla. A su juicio, esta cita ha logrado mantener viva la esencia de la cooperación internacional, desafiando el cinismo y el egoísmo que a menudo amenazan con oscurecerla.

Durante su intervención, Sánchez no pudo evitar dirigir una crítica implícita a Estados Unidos, que se ausentó de la cumbre y ha manifestado planes de reducir su ayuda a las naciones en desarrollo. "La comunidad internacional no se rendirá ante las adversidades ni permitirá que el desencanto prevalezca", afirmó con determinación.

En su discurso de clausura, que dio fin a cuatro intensos días de análisis y debate, el presidente enfatizó que el verdadero legado de la conferencia radica en las acciones futuras de los países participantes, más que en los intercambios verbales que tuvieron lugar.

Sánchez subrayó que, al concluir este evento, no solo se sellaba un capítulo, sino que se abría una nueva senda hacia la unidad y el progreso. “Estamos trabajando por algo que supera el discurso de odio y la confrontación que otros promueven”, sostuvo, reafirmando su compromiso con la construcción de un futuro mejor.

El mandatario consideró que los asistentes a esta conferencia tienen motivos para sentirse orgullosos, ya que están en "el lado bueno de la historia". Según él, años más tarde, recordarán este encuentro como un momento clave en el que decidieron hacer lo correcto, en un tiempo donde era absolutamente necesario.