Sanz defiende la sanidad andaluza ante las críticas de la oposición que lo tildan de consejero "a tiempo parcial".
En Sevilla, el consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias, Antonio Sanz, hizo un llamado a la calma este jueves durante su comparecencia en el Parlamento, donde mostró su preocupación por las “falsedades” que, según él, circulan desde la oposición en relación con el sistema de salud pública andaluz. Sanz, criticado por algunos como un funcionario que actúa a “tiempo parcial”, defendió su papel y compromiso en el ámbito sanitario.
La comparecencia del consejero se centró en las principales iniciativas de su Consejería, pero pronto se transformó en un acalorado debate sobre el estado actual de la sanidad pública en Andalucía, en medio de un intercambio de acusaciones entre los diferentes grupos políticos.
En su intervención inicial, Sanz propuso una “mano tendida” a la oposición, reiterando su deseo de establecer un diálogo constructivo que permita inaugurar una “nueva etapa” en la sanidad pública de la comunidad. Su mensaje esbozó un camino hacia el consenso, algo que ya había planteado en un debate anterior en el Pleno del Parlamento.
Según Sanz, esta nueva fase priorizaría la ampliación y estabilidad de las plantillas, así como el fortalecimiento tanto de la atención primaria como de la hospitalaria. Asimismo, se comprometió a impulsar la implementación de tecnologías avanzadas y a mejorar las infraestructuras, con el objetivo de colocar al paciente en el eje de todas las decisiones.
El consejero también se mostró reacio a participar en la “confrontación estéril” y expresó su disposición para mantener reuniones con diferentes actores, desde entidades hasta sindicatos. Declaró que un diálogo sincero es vital para el bienestar de los ciudadanos andaluces.
No obstante, tras escuchar los comentarios de los diputados de PSOE-A, Vox y Por Andalucía, Sanz sentenció que la oposición parece más interesada en el conflicto que en el progreso real de la sanidad andaluza. Criticó duramente las “imputaciones falsas” dirigidas a los profesionales de la salud, considerándolas un ataque injustificado.
El tono de la intervención de la diputada del PSOE-A, Ángeles Férriz, fue particularmente criticado por Sanz, quien respondió con indignación a lo que consideró una amenaza velada. Recordó que cuenta con la confianza del presidente para desempeñar un papel crucial en el Gobierno, mientras que Férriz, según él, había sido desplazada de su posición como portavoz del grupo socialista.
Además, Sanz cuestionó la autoridad de Férriz para dar lecciones de sanidad, dado el “historial” de la secretaria general del PSOE-A, María Jesús Montero, quien ocupó el cargo de consejera de Salud anteriormente y fue responsable de la pérdida de miles de empleos en el sector.
El consejero también rechazó las acusaciones formuladas por la portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, sugiriendo que su intención estaba más orientada a dañar la reputación de los profesionales sanitarios que a contribuir al bienestar del sistema de salud. Sanz apuntó que la postura de Nieto no reflejaba un interés real en la credibilidad del sistema.
En el intercambio de discursos, Férriz arremetió sarcasticamente contra la idea de Sanz de iniciar una “nueva etapa” en la sanidad, afirmando que su llegada no era un cambio significativo dado que ya estaba al frente del departamento. Calificó de “desastroza” la trayectoria del Gobierno del PP en materia de política sanitaria, sugiriendo que se había priorizado el negocio en lugar de la salud pública.
Rafael Segovia, diputado de Vox, opinó que el presidente de la Junta ha optado por colocar a un “comunicador” al frente de la Consejería de Sanidad en lugar de un experto, lo que refleja, a su juicio, una preocupación más por la imagen que por las soluciones efectivas a los problemas estructurales que enfrenta el sistema.
Inma Nieto, por su parte, subrayó que hablar de iniciar una nueva etapa es complicado cuando el sistema público de salud presenta signos de descomposición. Indicó que Sanz no podía gestionar adecuadamente una “macroconsejería” que abarca tanto sanidad como emergencias y lo consideró ausente en su responsabilidad principal.
El diputado del PP-A, José Ricardo García, defendió a Sanz, argumentando que en el ámbito sanitario y de emergencias, son esenciales la prevención, acción y reacción, y destacó la capacidad del consejero para enfrentar estos desafíos con firmeza y responsabilidad.
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