Susana Díaz, expresidenta de la Junta de Andalucía y exsecretaria general del PSOE andaluz, ha expresado su decepción por no haber sido designada como delegada para el próximo Congreso federal del PSOE en Sevilla, su ciudad natal. En una intervención en el programa 'Espejo Público' de Antena 3 Televisión, destacó que la decisión fue tomada sin consultarla previamente.
En este Congreso federal, que será liderado por el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, Susana Díaz no figurará entre los 57 delegados seleccionados por el PSOE de Sevilla, generando sorpresa y controversia en el partido.
La exlíder andaluza comentó irónicamente que quizás no cumplía los requisitos para ser designada como delegada, y dejó en manos de quienes tomaron la decisión la responsabilidad de explicar los motivos de su exclusión.
Respecto a la posibilidad de que exista una alternativa a Juan Espadas en el PSOE-A, Susana Díaz señaló que la gente en Andalucía busca recuperar la ilusión y no resignarse a la derrota. Consideró positivo que surjan nuevas propuestas y que se mantenga viva la aspiración de volver a ganar las elecciones en la región.
Por otro lado, recalcó que actualmente no es el momento de cuestionar la liderazgo de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE, dado que ejerce como presidente del Gobierno. Susana Díaz recordó la difícil situación que enfrentó tras las elecciones andaluzas de 2018, cuando el PSOE andaluz fue la fuerza más votada pero no logró formar gobierno debido a acuerdos entre PP, Ciudadanos y Vox.
En referencia a José Luis Ábalos, exsecretario de Organización del PSOE, Susana Díaz recordó la polémica generada por sus comentarios sobre la necesidad de "regenerar" el partido en Andalucía. Destacó su descontento por ser etiquetada de "degenerada" tras ganar las elecciones sin enfrentar acusaciones de corrupción.
En su relato, Susana Díaz enfatizó el trabajo realizado para limpiar la imagen del PSOE andaluz tras el escándalo de los ERE irregulares, alegando que la dirección del partido había logrado recuperar la confianza de los andaluces antes de ser desplazada del gobierno regional por la ultraderecha en alianza con el PP. Afirmó que, a pesar de las críticas recibidas, su prioridad ha sido siempre reconstruir la imagen del partido en Andalucía.
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