El reciente aviso del consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, ha traído un rayo de esperanza ante la situación de sequía en la región. En una rueda de prensa este lunes desde El Ejido, el consejero anunció que el comité de sequía ha decidido retrasar hasta finales de marzo las reuniones en las que se evaluarán posibles limitaciones en el uso del agua, una medida que surge tras la llegada de las lluvias en las últimas semanas.
Fernández-Pacheco destacó que las precipitaciones recientes son cruciales, representando tanto una oportunidad como un riesgo, especialmente para los cultivos exteriores. Aseguró que estas lluvias han sido beneficiosas, no solo para la naturaleza, sino también para la recarga de los acuíferos, lo que brinda un alivio temporal a una situación crítica.
El consejero hizo referencia a una reunión de la Comisión de Seguimiento de la Sequía en la Demarcación Hidrográfica del Guadalete-Barbate, donde se consensuó dejar las decisiones sobre restricciones hídricas para finales de marzo, o incluso principios de abril, argumentando que la prudencia en la toma de decisiones es esencial en este contexto.
Además, se decidió postergar todas las reuniones programadas de los comités de sequía para esta semana, lo que el consejero considera una buena noticia, ya que la lluvia continúa beneficiando la región. Según sus palabras, esta actitud responsable permite una evaluación más coherente y fundamentada sobre el futuro del agua en Andalucía.
A pesar del optimismo, Fernández-Pacheco admitió que la situación hídrica es desigual. Aunque los embalses andaluces presentan un nivel medio del 43,3 por ciento, la variabilidad entre provincias es notable; por ejemplo, Almería apenas alcanza un 9,3 por ciento de su capacidad, en contraste con otros territorios que cuentan con mayores reservas de agua.
El consejero advirtió sobre el riesgo de interpretar erróneamente los datos de los embalses, dado que a pesar de una media que suena esperanzadora, hay provincias como Málaga y Almería que enfrentan serios problemas de almacenamiento, mientras que Huelva y Cádiz están desembalsando agua tras el fin de semana.
Fernández-Pacheco también mencionó la cuenca del Guadalquivir y el potencial aumento de los niveles del río Guadalete, que podría tener un impacto significativo en las poblaciones cercanas. Su preocupación radica en la posibilidad de que se supere el nivel amarillo de alerta hacia un nivel naranja, lo cual podría complicar aún más la situación.
Sin embargo, el consejero se mostró confiado en que estas lluvias son una buena noticia, especialmente porque no se han presentado de forma torrencial ni han causado estragos en la agricultura o en las comunidades habitadas.
En última instancia, el Gobierno andaluz reafirma su compromiso con la inversión en infraestructuras, asegurando que la reciente lluvia no solo sea un alivio efímero, sino que también se traduzca en recursos sostenibles que puedan beneficiar a la región en los meses de verano, cuando la sequía suele hacerse más intensa.
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