La reciente condena ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) revela un caso escalofriante de abuso y violencia por parte de un padre hacia su propia hija. Un hombre ha sido sentenciado a 15 años de prisión tras ser declarado culpable de agresiones sexuales continuadas que ocurrieron entre los seis y los trece años de la menor.

El fallo, emitido el 10 de abril y divulgado por la Oficina de Comunicación del TSJA, mantiene la decisión previa de la Audiencia de Sevilla, que no sólo condena al acusado a una larga condena de prisión, sino que también le priva de la patria potestad. Además, se estipulan 20 años de inhabilitación para cualquier actividad que implique un contacto con menores y el pago de una indemnización de 60.000 euros.

El caso involucra a un hombre identificado como Alberto V.C., quien utilizó su posición de autoridad para explotar a su hija de manera sistemática durante años. La sentencia detalla una serie de agresiones que incluían desde tocamientos hasta penetraciones, abusando de su desventaja como menor y de la ausencia de su madre en varias ocasiones para llevar a cabo sus crímenes.

Entre los actos más perturbadores, se menciona un incidente donde Alberto obligó a su hija a ver una película pornográfica y posteriormente intentó forzarla a realizarle una felación, un intento que pudo ser interrumpido por la resistencia de la niña. En otro caso, durante el funeral de su bisabuela, aprovechó la ausencia de su esposa para violar parcialmente a la menor, quien se defendió ante la agresión.

La sentencia también detalla que durante un breve periodo en que el acusado estuvo separado de su esposa, acosaba a la menor, obligándola a presenciar sus actos sexuales o a participar en ellos, reflejando un patrón de conducta extremadamente preocupante.

Frente a la apelación presentada por el condenado, quien argumentó que el testimonio de la menor carecía de credibilidad, el TSJA respondió firmemente. Argumentó que no existían indicios de que la joven tuviera motivos para inventar una historia que pudiera perjudicar a su padre, desestimando completamente las alegaciones de falta de veracidad en su declaración.

El tribunal también se refirió a las afirmaciones del condenado, que sugerían que la menor había desarrollado resentimiento hacia él debido a su relación con un chico. Sin embargo, esta versión fue desmentida por la propia menor y su madre, lo que evidencia la falta de fundamentos en la defensa del agresor.

Finalmente, el TSJA subraya que el informe pericial refuerza la credibilidad del testimonio de la menor, lo que llevó a la corte a desestimar por completo el recurso y a ratificar la sentencia condenatoria. Este caso pone de relieve la necesidad de proteger a las víctimas de abusos y de garantizar que se haga justicia en circunstancias tan devastadoras.