Granada, 25 de julio. Desde la primera luz del día, la Policía Nacional ha establecido un operativo de gran envergadura en las cercanías del edificio judicial de Caleta, en el corazón de Granada, a fin de llevar a cabo la entrega del hijo menor de Juana Rivas al padre, Francesco Arcuri, en cumplimiento de una sentencia dictada por los tribunales italianos.

A pesar de las medidas de seguridad dispuestas y del carácter reservado de la hora y lugar fijados por el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada, ambos padres llegaron en coche, atrayendo la atención de numerosos medios de comunicación ansiosos por cubrir este acontecimiento. El menor ha permanecido con Rivas en Maracena, en el área metropolitana de Granada, desde las celebraciones navideñas del año pasado, época en la que se inició un complicado proceso judicial alrededor de su custodia.

La situación se ha intensificado tras el comunicado emitido la noche anterior por el Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, que reafirmó que únicamente los tribunales tienen la autoridad para suspender la ejecución de la mencionada sentencia. Este anuncio se produjo en respuesta a la solicitud del Ayuntamiento de Maracena, que instó al Gobierno a intervenir en la controvertida entrega del menor.

Nuevas informaciones indican que el Juzgado de Primera Instancia número 3 había decidido el martes posponer la entrega del niño de once años a su padre Francesco Arcuri, quien actualmente enfrenta un juicio en Italia relacionado con acusaciones de malos tratos en el ámbito familiar. El clima tenso en torno a esta entrega no ha pasado desapercibido para la opinión pública.

En otro desarrollo relevante, la Sección Segunda (Penal) de la Audiencia Provincial de Granada ha dado parcialmente la razón a Francesco Arcuri respecto a su apelación. Este italiano había denunciado a su expareja y madre de sus hijos por la supuesta sustracción de menores, argumentando que Rivas incumplió el acuerdo de custodia al no devolver al niño a Italia tras el receso navideño del pasado enero, lo que añade una capa más de complejidad a este ya delicado caso.