MADRID, 14 Sep.

El ministro de Consumo en funciones, Alberto Garzón, ha instado a las empresas a cumplir con la ley y a tomar responsabilidad ante el aumento de los precios del aceite de oliva.

"Siempre hemos defendido la vigilancia de los precios, ya que es una gran preocupación para la economía española y para las familias trabajadoras. El Gobierno cuenta con un Observatorio de Precios que debe supervisarlo. Y, desde luego, hacemos un llamado a todas las empresas a cumplir con la ley y ser responsables", manifestó Garzón cuando le preguntaron si habría que intervenir en el precio del aceite.

Estas declaraciones las hizo Garzón antes de participar en la apertura del Foro Iberoamericano de Agencias Gubernamentales de Protección al Consumidor (FIAGC) y autoridades de la Comisión Europea (CE) en el Palacio de Congresos IFEMA Madrid.

El ministro de Consumo en funciones destacó que "el Gobierno cuenta con recursos para sancionar adecuadamente aquellos casos en los que se produzcan fraudes y se vulnere la ley, ya que el aceite es un producto de primera necesidad y forma parte del consumo de la mayoría de las familias españolas. Por lo tanto, es una gran preocupación".

Por otro lado, durante su intervención en el evento, abordó los temas en los que su departamento ha trabajado a lo largo de esta legislatura, como la figura del "consumidor vulnerable". Garzón señaló que no es lo mismo hablar de relaciones de consumo de familias adineradas que de familias más vulnerables, y explicó que la vulnerabilidad no solo se limita a lo económico, sino que incluye aspectos como la accesibilidad, la edad o la digitalización.

El ministro defendió que esta realidad obliga a los países a ser muy atentos para garantizar un consumo equitativo y accesible para toda la población. Además, aseguró que atender a los consumidores más vulnerables ha sido una prioridad para el Gobierno.

En segundo lugar, Garzón afirmó que el ámbito digital es donde hay más desprotección en el consumo, ya que las nuevas tecnologías y formas de producción y venta suelen ser más dinámicas y rápidas que las formas de regulación. Esto obliga a los reguladores a estar muy alertas ante estas innovaciones tecnológicas para poder controlar cualquier impulso que pueda surgir.

Asimismo, Alberto Garzón destacó que la globalización ha llevado a los países a enfrentar retos ecológicos compartidos. "Compartimos un planeta, compartimos un hábitat, compartimos un entorno natural que está amenazado por un modelo de producción y consumo determinado, y el consumo tiene mucho que decir al respecto", afirmó.