El expresidente socialista de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha acudido hoy al Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla para someterse a un nuevo examen forense, a fin de determinar si el tratamiento médico que sigue por el cáncer de próstata que padece es compatible con la prisión. El exlíder socialista cumplió seis años y un día de prisión por el caso ERE, pero antes de ingresar en prisión solicitó la suspensión de su pena argumentando su mal estado de salud.

En la última providencia emitida por la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla se argumentaba que, según la nueva documentación aportada por la defensa de Griñán, "el plan de actuación consiste tan sólo en tratamiento farmacológico y ejercicios rehabilitadores", por lo que se ordenó que el Instituto de Medicina Legal emitiera un informe sobre si "el tratamiento que se prescribe es compatible con el ingreso en prisión, a efectos de resolver sobre la suspensión" de la pena de cárcel solicitada por el expresidente andaluz.

El Tribunal Constitucional retiró de su próximo pleno del 22 de mayo la deliberación sobre la admisión o no a trámite del recurso de Griñán contra su condena, así como sobre el resto de recursos de los condenados del caso, posponiendo el asunto para después de las elecciones municipales del próximo 28 de mayo.

El exviceconsejero socialista de Empleo Agustín Barberá, condenado a siete años y un día de cárcel por malversación en el procedimiento específico de financiación de los ERE, ingresó en la prisión de Puerto III de El Puerto de Santa María (Cádiz) para cumplir su pena privativa de libertad impuesta por la Audiencia de Sevilla, después de que la misma rechazase finalmente su petición de suspender su pena.

Según la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla, es "cierto" que Barberá "padece una enfermedad grave incurable", pero el tratamiento prescrito al mismo "puede ser dispensado" en el centro penitenciario "con las revisiones hospitalarias a que deba ser sometido".