SEVILLA, 2 Abr. - En un contexto de creciente incertidumbre debido a las políticas comerciales de la administración de Donald Trump, Antonio Luque, presidente de Dcoop, expresó su firme creencia en que una negociación sólida y unificada pueden llevar a la Unión Europea (UE) a reducir o incluso eliminar los aranceles que se plantean para los productos agroalimentarios europeos.

Durante una entrevista en Canal Sur Radio, Luque destacó la necesidad de que la UE actúe de manera cohesiva, haciendo hincapié en que una estrategia contundente es esencial para proteger el acceso al mercado estadounidense. Esta situación es especialmente crítica para el sector del aceite de oliva español, que podría enfrentar un arancel del 25% en sus exportaciones a EE.UU. Afirmó que sería más factible que Europa lograra una negociación exitosa que intentar redistribuir de inmediato esas ventas hacia otros mercados.

Luque subrayó el esfuerzo de años que ha llevado a España a convertirse en el principal productor de aceite de oliva en EE.UU., superando incluso a Italia en términos de consumo. Sin embargo, alertó que la posibilidad de nuevos aranceles complicaría seriamente la situación comercial en este importante mercado, forzando al sector a buscar nuevos destinos de venta en Brasil, Asia u otras partes de Europa.

A pesar de que existen opciones alternativas, Luque enfatizó que el objetivo primario es preservar el acceso al mercado estadounidense. Mover rápidamente las exportaciones a otros países no es una tarea sencilla, lo que subraya la importancia de una gestión efectiva en esta crisis.

Ante este panorama, hizo un llamado a las instituciones, instando tanto a la UE como al Gobierno de España a actuar de manera decisiva para salvaguardar los intereses de España. Reiteró la necesidad de que las negociaciones se realicen en bloque, preocupándose especialmente por la actuación de los representantes europeos y nacionales.

Además, Luque puso de relieve la importancia de evitar una aplicación desigual de los aranceles entre los distintos países de la UE. Consideró que sería catastrófico si España fuese la única nación europea afectada, recordando que en conflictos comerciales anteriores, España no había sido gravada mientras que Italia y Francia sí lo fueron.

La advertencia de Luque no se limita al aceite de oliva; otros productos agroalimentarios también se verían perjudicados, como las aceitunas de mesa, el vino y ciertos productos ganaderos. Asimismo, señaló que una represalia arancelaria por parte de la UE podría afectar gravemente el sector de los piensos, debido a la dependencia de cereales importados de EE.UU. para la alimentación del ganado.

A pesar de los riesgos, algunas producciones, como la almendra española, podrían salir beneficiadas de esta controversia comercial, dado que la UE importa una cantidad significativa de almendra estadounidense, cuyo gravamen podría favorecer a los productores locales.

Uno de los mayores temores de Luque es que durante las negociaciones entre la UE y EE.UU. el sector agroalimentario quede relegado a un segundo plano. “Nos preocupa que se sacrifiquen nuestros intereses en beneficio de otros sectores, como el automovilístico,” agregó, recordando que las decisiones pasadas ya habían tenido repercusiones en el sector agroalimentario.

Por último, Luque enfatizó la urgencia de actuar rápidamente para mitigar el impacto en un sector que sostiene la economía de más de 70,000 agricultores que forman parte de cooperativas como Dcoop. “Es crucial que no se impongan aranceles a nuestros productos, ya sean envasados o a granel, pues eso podría tener consecuencias devastadoras para nuestra industria,” concluyó.