Moreno celebra la destacada representación de la Semana Santa andaluza en el Jubileo: "Andalucía conquista Roma".

En un evento que une la fe y la cultura, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha expresado su entusiasmo por la participación de dos emblemáticas imágenes de la Semana Santa andaluza en la Gran Procesión por el Jubileo de las Cofradías que se celebra este sábado en Roma. Las figuras del Cachorro, de Sevilla, y la Virgen de la Esperanza, de Málaga, han hecho que el presidente declare: "Andalucía ha tomado Roma".

Durante una rueda de prensa en la capital italiana, Moreno mostró su convicción de que la riqueza cultural y tradicional de Andalucía impresionará a muchos romanos. "Parte de nuestra devoción y tradición es mucho más que sólo pasión; es una representación vibrante de lo que significa nuestra región en el contexto europeo", comentó con orgullo.

El presidente subrayó el reconocimiento que ha recibido Andalucía en la ciudad eterna, haciendo eco de las palabras del alcalde de Roma, quien afirmó que Andalucía se encuentra entre sus preferencias culturales. Además, Moreno participará en la misa de inicio del Pontificado de León XIV, lo que añade un carácter aún más significativo a su presencia en Roma.

Moreno también destacó el esfuerzo coordinado que se realizó para llevar las imágenes a Roma, un desafío que en sus inicios parecía casi inalcanzable debido a su gran valor artístico y cultural. "La Semana Santa de Andalucía es apreciada a nivel global, un reflejo vivo de nuestra identidad y de nuestra potente expresión cultural", añadió.

Mostrando su orgullo, el presidente reveló que, mientras caminaba por las calles romanas, pudo escuchar el ritmo del acento andaluz entre los asistentes, un detalle que le llenó de satisfacción. Esta celebración, según afirma, no solo es un triunfo para Andalucía, sino también para toda España.

Moreno anticipa que a lo largo del día, los asistentes serán testigos de la belleza de las imágenes del Cachorro y la Virgen de la Esperanza, que tocarán el corazón incluso de aquellos que no están vinculados a la fe cristiana o que no tienen un vínculo directo con la Semana Santa.