Granada, 15 Mar. - Agentes de la Policía Nacional de Córdoba y Granada han colaborado para desmantelar un laboratorio de cocaína y una red de explotación sexual en la capital granadina. Durante la operación, se liberó a tres mujeres y un hombre, incautando cerca de 700 gramos de cocaína, dos botellas de acetato puro, tres kilos de cafeína, más de 2.200 euros en efectivo y diverso material de laboratorio.
Dos mujeres y dos hombres, de entre 24 y 45 años, fueron detenidos en el transcurso de estas operaciones y ya han sido puestos a disposición judicial. El ciudadano colombiano que dirigía el laboratorio y la distribución de cocaína, fue enviado a prisión.
Agentes del GOE 2 de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Córdoba, en colaboración con la UCRIF I de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Granada, comenzaron la investigación tras recibir denuncias en ambas provincias por posibles delitos cometidos en un piso en el barrio del Realejo en Granada.
En ese piso se explotaba sexualmente a varias personas y se traficaba con drogas. A finales de febrero, fueron detenidos un hombre español de 33 años y una mujer también española de 42 años en Granada, ambos con antecedentes policiales.
Las víctimas, tres mujeres y un hombre provenientes de Cuba y Colombia en situación irregular, eran coaccionadas para ejercer la prostitución las 24 horas, durante los siete días de la semana, por dos personas con antecedentes policiales. Estas personas, a su vez, eran vigiladas con cámaras y obligadas a ofrecer cocaína a los clientes.
El ciudadano colombiano responsable del laboratorio de cocaína, también proveía de droga a la red de explotación sexual. El laboratorio fue encontrado en La Chana, y durante el registro se incautaron cerca de 700 gramos de cocaína, dos botellas de acetato puro, tres kilos de cafeína, más de 2.200 euros en efectivo y diverso material de laboratorio.
Otro hombre de nacionalidad colombiana de 45 años, junto con su hija española de 24 años, fueron detenidos en relación con la distribución de la droga y su transporte hasta los lugares de explotación sexual. El hombre se encargaba de "cocinar" la cocaína y adulterarla, además de distribuirla de forma discreta y segura.
Estas operaciones han sido un duro golpe contra el tráfico de drogas y la explotación sexual en Granada, demostrando la importancia de la colaboración entre distintas unidades policiales para combatir estos delitos tan graves.
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