ALMERÍA, 14 de noviembre de 2023.

Un nuevo informe del Instituto de Medicina Legal (IML) ha sacado a la luz los oscuros detalles tras la muerte de un hombre de 90 años, que falleció en diciembre de 2023. La autopsia ha determinado que la causa del deceso fue una grave intoxicación provocada por medicamentos como tranquilizantes y narcóticos, los cuales habrían sido suministrados de manera "intencionada" por una falsa cuidadora que ahora se encuentra en prisión preventiva. Esta mujer es acusada no solo de este trágico hecho, sino también de haber robado efectivo y joyas de otros ancianos tras haberlos drogado.

Los forenses han confirmado la presencia de sustancias como benzodiacepinas y metadona en el cuerpo del fallecido, quien no recibía tratamiento médico alguno que justificara su ingesta. Este hallazgo plantea serias interrogantes sobre la seguridad de los ancianos, especialmente aquellos que dependen de terceros para su cuidado.

Las complicaciones médicas derivadas de esta intoxicación fueron fatales, llevando al hombre a ingresar en el Hospital Universitario Torrecárdenas, donde falleció tres semanas después de su ingreso. La necropsia sugiere que la muerte no fue natural, sino el resultado de una acción violenta y deliberada, lo que agrava aún más la gravedad de los actos de la acusada.

Desde febrero del año pasado, la mujer enfrenta múltiples cargos, incluyendo robo con abuso de confianza y homicidio, aunque sus imputaciones podrían cambiar a medida que avance la investigación. Las autoridades han ampliado las indagaciones para incluir un delito vinculado a la posesión ilegal de armas, en un caso que ha captado la atención pública y generado preocupación sobre el bienestar de los más vulnerables.

La familia del fallecido, representada por el abogado Juan Marfil, había expresado sus recelos desde el principio. Sospechaban que la víctima había sido víctima de la misma técnica utilizada en otros casos similares en su comunidad. Este nexo entre los casos ha llevado a la Policía Nacional a centrarse en el actuar de la sospechosa entre marzo y noviembre de 2023, período en el que se estima que al menos una docena de hombres mayores fueron víctimas de su engaño.

La investigación indica que la mujer se enfocaba en individuos mayores que habitaban en soledad o que requerían asistencia, aprovechándose de su vulnerabilidad para ganarse su confianza. Una vez dentro de sus hogares, supuestamente les administraba tranquilizantes o fármacos para inducirles un estado de inconsciencia, lo que facilitaba su acceso a sus pertenencias.

Se estima que la acusada logró sustraer más de 15,000 euros y diversas joyas a lo largo de sus fechorías, en un patrón que pone de relieve la explotación de personas en situaciones de dependencia. Las víctimas, en su mayoría hombres, fueron halladas en gravísimo estado de salud, lo que evidenció el peligro que presentaba esta mujer en la comunidad.

Algunas de ellas, tras ser encontradas por sus familiares, requirieron hospitalización por los serios daños ocasionados por la intoxicación. Una de las últimas víctimas falleció el 19 de diciembre de 2023 después de permanecer más de tres semanas en el hospital, inicialmente confundida con un caso de ictus. La investigadora también fue acusada de llevarse varios sobres de dinero de estas residencias, según los informes policiales.

La pesquisa profundizó tras el registro de la vivienda de la sospechosa, donde las autoridades encontraron medicamentos similares a los que consumieron las víctimas, así como dinero en efectivo y numerosas joyas. Además, se halló una pistola, un cargador y gran cantidad de munición, lo que añade una capa aún más inquietante a este caso lamentable y sugiere riesgos aún mayores para la comunidad.