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"Violencia de género en Andalucía: tres víctimas fatales tras el trágico suceso en Cartaya"

En un trágico suceso que ha sacudido a la comunidad de Cartaya, en Huelva, el Ministerio de Igualdad ha confirmado el asesinato de una mujer de 55 años, presuntamente llevada a cabo por su pareja el pasado 24 de abril. Este caso ha sido catalogado como una manifestación de violencia de género, añadiendo una nueva sombra al lamentable conteo de feminicidios en España.

De acuerdo con los datos proporcionados por el Ministerio, el presunto agresor no contaba con denuncias previas por violencia de género, lo que añade una capa compleja a la situación. Hasta ahora, el número total de mujeres asesinadas por violencia machista en Andalucía en 2025 ha llegado a tres, un recordatorio desgarrador de la urgencia de abordar esta problemática.

Este asesinato se convierte en la décima víctima fatal de violencia de género en el territorio nacional en lo que va del año. Desde que se comenzó a contabilizar este tipo de crímenes en 2003, el total de mujeres asesinadas por esta causa se eleva a 1.304, una cifra que exige una acción colectiva para su erradicación.

A partir de este año, se han registrado ocho menores que han quedado huérfanos debido a la violencia de género, lo que subraya el ciclo de trauma que estas situaciones generan. Desde 2013, la cifra total de menores afectados asciende a 477, revelando el impacto intergeneracional de la violencia machista.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, informó que la mujer estaba integrada en el sistema Viogen, aunque no por su actual pareja, sino por una expareja. Esto ilustra la dificultad de prevenir estos casos, incluso cuando hay etapas anteriores de alarma.

El alcalde de Cartaya, Manuel Barroso, ha aportado detalles inquietantes sobre el crimen, señalando que el arma utilizada, un martillo, permanecía en la vivienda debido a trabajos de reforma en un baño. Esto plantea interrogantes sobre las medidas de seguridad durante estas obras y el entorno del hogar de la víctima.

El hallazgo del cuerpo fue realizado por una expareja de la víctima, quien estaba realizando trabajos en su domicilio y la buscó tras no recibir respuesta a sus llamadas. Su intento de acceder a la vivienda por la fuerza lo llevó a descubrir la terrible realidad.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, junto con la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez, ha condenado enérgicamente este acto de violencia machista, extendiendo su apoyo a los familiares y amigos de la víctima. Ambas han enfatizado la necesidad de un esfuerzo conjunto para detener más muertes y proteger a quienes enfrentan situaciones de riesgo.

Este año ya se contabilizan tres mujeres asesinadas en Andalucía por violencia de género: una en Benalmádena, otra en Martos y esta última en Cartaya, lo que indica la alarmante continuidad de la violencia contra las mujeres en nuestra sociedad.

En otro episodio desgarrador, el pasado 3 de marzo, una mujer de 78 años fue presuntamente asesinada por su cónyuge en Martos. El agresor, un hombre británico de 80 años, alertó a los servicios de emergencias, quienes acudieron al lugar, pero lamentablemente, la mujer no pudo sobrevivir a sus heridas.

Además, antes de este caso, el 9 de febrero, una mujer de 48 años fue asesinada en Benalmádena, convirtiéndose en la primera víctima de la violencia de género en Andalucía en 2025. Esta madre de tres hijos menores de edad representa un nuevo conjunto de menores que ya suman tres orfandades en este año, aportando un rostro humano a las estadísticas.

Las autoridades también han informado que el sospechoso en el caso de Benalmádena enfrentó arresto tras provocar un incendio en la residencia donde tuvo lugar el crimen. Esto pone de relieve no solo la violencia física, sino también cómo estas situaciones pueden desembocar en caos y más tragedias.

En resumen, estos crímenes reflejan un preocupante patrón, con diez muertes registradas en Andalucía durante 2024, disminuyendo respecto al año anterior, pero aún con un alto porcentaje de casos en los que no existían denuncias previas. La urgencia de implementar políticas efectivas y sensibilizar a la sociedad es más crítica que nunca.