En Málaga, el 31 de octubre, Aena ha dado un paso decisivo en la modernización del Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, al licitar las primeras asistencias técnicas para su ampliación, una iniciativa que representa una inversión de más de 52 millones de euros. La decisión fue aprobada por el Consejo de Administración de la entidad, que se encargará del Project Management para supervisar la ejecución de los futuros proyectos.

Esta asistencia técnica no solo supervisará las obras, sino que también se encargará de su dirección y control. Según la información proporcionada por Aena, este proyecto constituye un avance significativo en la transformación de la infraestructura malagueña, siendo la más ambiciosa desde que se inaugurara la Terminal 3 en 2010, con una inversión total estimada en 1.500 millones de euros.

Con el presente contrato de 52.159.138 euros, Aena ha destinado cerca de 90 millones en las fases iniciales de la remodelación y ampliación del aeropuerto. Esto incluye una asignación previa de 36,5 millones para la asistencia técnica dedicada a la redacción del proyecto, que actualmente se encuentra en la etapa final de presentación de ofertas antes de adjudicarse.

La reforma y ampliación que se llevarán a cabo en el Aeropuerto de Málaga forman parte del plan que se contempla en el siguiente Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA III), el cual establece un marco de inversiones para la red de aeropuertos entre 2027 y 2031.

Conforme a los objetivos del DORA, las obras estarán orientadas a aumentar la capacidad del aeropuerto, anticipándose al crecimiento futuro de su actividad. La atención se centrará en mejorar la calidad y optimizar la experiencia de los pasajeros y las aerolíneas.

La dirección técnica jugará un papel crucial en garantizar que los trabajos se ajusten a la hoja de ruta establecida para el desarrollo de las actuaciones proyectadas. Este enfoque se vuelve especialmente relevante dado que el aeropuerto permanecerá en funcionamiento durante el desarrollo de las obras.

Así, la correcta planificación de las tareas resultará esencial no solo para asegurar una ejecución eficiente, sino también para minimizar las molestias que la renovación pueda ocasionar en el día a día de las instalaciones, según han precisado fuentes de Aena.

Entre las mejoras que se implementarán destaca la construcción de un nuevo dique para el tráfico no Schengen, que contará con un control de fronteras centralizado, así como un sistema de seguridad centralizado equipado con cintas automatizadas y equipos de inspección de equipaje de última generación.

Además, se incrementarán las posiciones de contacto para aeronaves, facilitando así el embarque y desembarque de pasajeros, y se rediseñará el sistema de gestión de equipaje para optimizar la operativa por parte de las empresas de handling.

Se estima que la superficie destinada a servicios al pasajero se incrementará en un 41%, mejorando considerablemente el espacio comercial de la terminal, alcanzando un 43% en áreas reservadas para salas VIP.

En el área de vuelo, se construirán nuevas calles de rodaje para mejorar la fluidez en la circulación de aeronaves, mientras que los alrededores del aeropuerto también recibirán mejoras en urbanización y accesos, así como en la capacidad y uso de aparcamientos.

Todas estas iniciativas serán llevadas a cabo bajo rigurosos criterios medioambientales, tal como lo expuso Maurici Lucena, presidente y consejero delegado de Aena, en la reciente presentación del proyecto ante las autoridades locales. Lucena enfatizó que Aena se ha comprometido a desarrollar aeropuertos con infraestructuras modernas que aseguren conectividad, calidad y altos estándares de seguridad y sostenibilidad ambiental.

Este contrato incluye un compromiso adicional para el diseño de proyectos sostenibles y para que las obras sean ejecutadas conforme a los estándares técnicos establecidos por la normativa europea, así como los criterios necesarios para obtener la certificación BREEAM.