**CÁDIZ, 7 de octubre.** Las principales organizaciones agrarias de Andalucía, incluyendo COAG, Asaja y UPA, junto al Grupo Remolachero de Sevilla, han hecho un llamado urgente a AB Azucarera para que reconsidere su reciente decisión de clausurar la planta de Jerez, la única de su tipo en la región. Según estas entidades, aún hay tiempo para revertir esta medida, que consideran perjudicial para la agricultura local.
En un comunicado conjunto, los representantes agrarios han expresado su preocupación al señalar que el cierre de la azucarera podría provocar la desaparición del cultivo de remolacha en Andalucía. Este hecho, advierten, no solo amenaza un modelo agrícola que promueve la sostenibilidad y el empleo en las áreas rurales, sino que también constituye un ataque directo a la economía local.
La Junta de Andalucía, por su parte, ha manifestado su compromiso de ayudar a mantener operativa la planta de Jerez, ofreciéndose a colaborar tanto en aspectos técnicos como financieros. Las organizaciones agrarias critican firmemente que la justificación de falta de tiempo por parte de Azucarera es infundada, catalogándola como un intento de justificar una decisión que, afirman, ya había sido tomada previamente sin consultar al sector.
Ante esta situación, COAG, ASAJA, UPA y el Grupo Remolachero han demandado a AB Azucarera que actúe con responsabilidad: "Es esencial que se sienten a la mesa con nosotros de manera honesta y busquen soluciones conjuntas, aprovechando el apoyo que la Junta les ofrece para garantizar un futuro para la planta y el sector de la remolacha en Andalucía".
El impacto del cierre, advierten, sería devastador para los agricultores dedicados al cultivo de remolacha en la región, quienes han sostenido esta actividad durante años, adaptándose continuamente a las demandas de la industria. “El cierre de la azucarera de Jerez sería un retroceso significativo que arriesga no solo la producción agrícola, sino también el sustento de muchas familias comprometidas con esta tradición agrícola”, han subrayado.
Las organizaciones han destacado la importancia de la remolacha como cultivo social clave en áreas como la campiña de Cádiz y la Vega del Bajo Guadalquivir. Su eliminación no solo afectaría la producción, sino que pondría en peligro el tejido rural, amenazando la estabilidad económica de numerosas familias y explotaciones agrícolas que dependen de esta fuente de ingresos.
Por lo tanto, han rechazado las razones de carácter económico que se utilizan para justificar el cierre de la planta, haciendo énfasis en las repercusiones sociales y territoriales que acompañan a tales decisiones. "Cerrar la azucarera de Jerez es transformar a la remolacha en un cultivo en peligro de extinción en Andalucía, y todavía hay margen para evitar esta trágica realidad", argumentaron.
La empresa anunciaba la pasada semana su intención de trasladar la producción de 2026 fuera de Jerez, lo que ha provocado una fuerte reacción en el sector. El consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, catalogó esta noticia como "una mala noticia" y ha instado a la compañía a reunirse con el gobierno andaluz para explorar opciones que permitan revertir la decisión.
En mayo de este año, Azucarera había informado sobre un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría a 11 trabajadores en Jerez, y hasta 251 en el ámbito nacional, incluyendo posiciones de trabajo indefinido y fijo discontinuo. La empresa argumentó que el objetivo era concentrar la producción en su planta del norte de España, específicamente en Toro (Zamora), lo que implica el cierre de la planta de La Bañeza en León.
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.