En un contundente llamado a la acción, Miguel Molina, alcalde de Barbate, solicitado por la agrupación Andalucía Por Sí, instó al Gobierno de España a abordar de manera urgente la huelga que desde el 3 de marzo afecta al personal de Inspección de Pesca Marítima. Este paro laboral está generando serias complicaciones para las actividades pesqueras y la operación de las tradicionalmente importantes almadrabas, justo cuando se aproxima la campaña del atún rojo, vital para la región.

“Las almadrabas funcionan en temporada y no pueden permitirse retrasos”, subrayó Molina, advirtiendo que la falta de supervisión por parte de los inspectores podría poner en riesgo más de 500 empleos directos, además de amenazar a muchos otros trabajos indirectos que dependen de esta industria. Las repercusiones económicas podrían ser devastadoras para la comunidad local.

Ante este escenario crítico, el alcalde ha anticipado una reunión con sus homólogos de Conil y Tarifa para forjar un frente común y transmitir al Gobierno un mensaje claro: “es hora de actuar y negociar con inmediatez”. Molina enfatizó que no se deben desperdiciar oportunidades para restablecer la operatividad del sector pesquero, que es fundamental para la economía local.

El alcalde expresó su frustración ante lo que considera una falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades nacionales. “Es inaceptable que una situación que podría ser resuelta de manera sencilla esté generando un problema de tal magnitud para nuestros pescadores y sus familias”, criticó Molina, calificando de "atrocidad" la decisión del Gobierno de no dialogar con los inspectores de pesca.

Consciente de la importancia de esta campaña para la economía de Barbate y sus alrededores, Molina reiteró que muchas familias dependen en gran medida del éxito de esta actividad. La presión sobre el Gobierno para que tome medidas rápidas y efectivas aumenta, en un contexto donde la solidaridad y el trabajo en equipo son más cruciales que nunca.