24h Andalucía.

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Andalucía, la región con los mayores retrasos en los procesos de dependencia, alcanza los 574 días de espera.

Andalucía, la región con los mayores retrasos en los procesos de dependencia, alcanza los 574 días de espera.

En un reciente análisis del Observatorio Estatal para la Dependencia, se ha revelado que Andalucía se enfrenta a un grave desafío en la gestión de solicitudes de dependencia, pues el tiempo medio de tramitación asciende a alarmantes 574 días. Aunque esta cifra representa una disminución de 28 días respecto al semestre anterior, sigue siendo la duración más prolongada en todo el país. Esta situación se debe a la medición del tiempo desde la petición hasta la resolución del expediente, un proceso que actualmente se estima en casi año y medio en el resto de España, con un promedio nacional de 342 días, que supera el límite legal establecido de 180 días.

En términos de personas afectadas, 50.303 andaluces están en espera de algún trámite relacionado con la dependencia, cifra solo superada por Cataluña con 77.745 solicitudes. A nivel nacional, estas cifras se traducen en un total de 286.861 personas aguardando forma alguna de atención a finales de junio, lo que marca un incremento de 16.536 personas desde principios de año. Es destacable que este aumento en la lista de espera es el primero en una década, un signo del cambio de rumbo en este ámbito.

La Asociación de Directores y Gerentes en Servicios Sociales ha expresado su preocupación ante lo que califica como un "cambio de tendencia" en la lista de espera, que había mostrado una disminución constante desde 2015. En los primeros seis meses de 2025, hubo un incremento cercano al 6% en el número de personas en lista de espera. De continuar con este ritmo, advirtieron, se necesitarían 94 años para alcanzar una atención completa a la dependencia en el país.

El análisis también señala que 136.009 personas están todavía a la espera de una valoración, 123.857 aguardan la elaboración de su Plan Individual de Atención (PIA), y 26.995 han visto aprobado su PIA pero no han recibido aún los servicios correspondientes. Esta situación refleja una preocupante falta de resolución en la atención a las necesidades de las personas dependientes.

La situación se agrava en varias comunidades autónomas, donde las listas de espera han crecido más del 20% en los primeros seis meses de este año. Particularmente alarmante es el caso de Castilla La Mancha, que ha experimentado un incremento del 63,4%, seguida de Cantabria y Madrid. En contraste, comunidades como Galicia y Castilla y León han conseguido reducir sus listas de espera en significativas proporciones, pero aún persiste un gran desigualdad a nivel nacional.

A lo largo del año, el número total de personas con derecho a recibir algún tipo de prestación ha crecido un 3,2%. Canarias, en particular, ha experimentado un aumento notable de 17,5% en este ámbito. Sin embargo, la falta de equidad persiste, con un notable "limbo de la dependencia" en regiones como Canarias y el País Vasco, donde una alta proporción de dependientes aún no accede a los servicios necesarios.

Un dato preocupante mencionado en el informe es que, en tan solo cinco meses de 2025, fallecieron 8.004 personas que se encontraban en la lista de espera de la dependencia. Esto implica que, en promedio, cada 15 minutos, una persona en esta situación fallece sin haber recibido los servicios a los que tiene derecho. Una alarmante realidad que debe ser abordada de manera urgente.

Las voces críticas no tardan en señalar la contradicción existente entre el número de personas atendidas, que sigue en aumento, y el persistente incremento de la lista de espera. La asociación encargada de velar por la atención a dependientes, critica el discurso “triunfalista” de algunos gobernantes, acusándolos de esconder la dura realidad que enfrenta este sector.

En resumen, si bien ha habido logros en términos de atención, la realidad es que la financiación y las condiciones de servicio están lejos de ser suficientes. A pesar de que la lista de espera había ido disminuyendo de manera constante hasta ahora, el 2025 está marcando un preocupante cambio que podría revertir años de progreso en la atención a las personas dependientes.