La situación aviar en España se complica, ya que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha anunciado el confinamiento de aves en cerca de 1.200 municipios a partir del próximo lunes. Este aviso se produce en respuesta al aumento del riesgo de propagación del virus de la influenza aviar que ha sido registrado recientemente, especialmente entre las aves silvestres, coincididiendo con la migración de estas aves y la llegada del frío.

Las comunidades autónomas más afectadas por esta situación son Cataluña y Castilla y León, mientras que Andalucía se destaca con 197 municipios en su área considerada de especial riesgo. A nivel nacional, se han identificado 1.199 municipios donde se implementarán medidas de vigilancia estricta, distribuidos en diversas regiones, incluyendo Aragón, Canarias y Comunidad Valenciana, entre otras.

El Ministerio, bajo la dirección de Luis Planas, ha decidido activar la totalidad de las medidas de protección establecidas en la normativa vigente, reflejando un compromiso serio para enfrentar el desafío que plantea la influenza aviar. El enfoque incluye una serie de prohibiciones que buscan limitar el riesgo, como la utilización de aves de ciertas especies como señuelos y la cría de patos y gansos junto a otras aves de corral.

Una de las medidas más relevantes es la prohibición general de mantener aves de corral al aire libre. Sin embargo, en circunstancias que lo requieran, las autoridades competentes podrán permitir este tipo de cría, siempre y cuando se utilicen dispositivos adecuados que eviten la entrada de aves silvestres en las instalaciones. Las aves deberán ser alimentadas y hidratadas en espacios cerrados para impedir su contacto con posibles portadoras del virus.

Además, se prohíbe el uso de agua de depósitos accesibles a aves silvestres, a menos que ésta sea tratada para eliminar cualquier rastro del virus. Para asegurar el bienestar animal, se garantizará que los contenedores de agua estén adecuadamente protegidos de la fauna salvaje.

Otra de las restricciones impuestas incluye la prohibición de exhibir aves de corral en eventos y concentraciones, lo que refleja una estrategia clara para proteger la salud aviar. Se enfatiza en la necesidad de mantener estrictas medidas de bioseguridad en todas las explotaciones avícolas, enfocándose en prevenir el contacto entre aves de corral y silvestres, y en la pronta comunicación con servicios veterinarios ante cualquier sospecha de enfermedad.

Finalmente, se recuerda que son las comunidades autónomas las responsables de la sanidad animal, lo que les otorga la capacidad de implementar medidas adicionales en sus territorios para fortalecer la lucha contra esta amenaza y evitar su expansión en el país.