En un reciente encuentro en el foro Metafuturo, Félix Bolaños, ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, compartió sus inquietudes respecto a las investigaciones que involucran a Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE. Afirmó que los informes de la UCO presentan “indicios sólidos” sobre la situación, una revelación que ha causado gran desilusión dentro del partido, dejando entrever un impacto emocional significativo en los líderes socialistas.

Bolaños destacó que, a pesar de las preocupaciones levantadas por las investigaciones, no se han encontrado pruebas de financiación ilegal dentro del PSOE, afirmando que el partido no tiene responsabilidad en términos de supervisión, es decir, “in vigilando”. Hizo una analogía con recientes detenciones en la Diputación de Almería, señalando que si la responsabilidad de estas caía en el presidente del PP andaluz, Moreno Bonilla, él también podría haber carecido de la información necesaria para actuar de manera oportuna.

El ministro subrayó que el PSOE ha actuado de manera proactiva al solicitar la salida de Santos Cerdán del partido antes de conocer los detalles completos de las acusaciones. Esta medida se tomó a raíz de comportamientos que dañaban la imagen de la formación socialista, destacando la rapidez y la firmeza con la que se abordaron las preocupaciones en torno a Cerdán.

Al ser inquirido sobre si se arrepentía de haber defendido a Cerdán en el pasado, Bolaños mencionó que la confianza en el exdirigente era compartida por otros miembros del partido, que también se vieron sorprendidos por las recientes revelaciones. “Si hubiéramos tenido la información que ahora conocemos, hubiéramos actuado de otra manera”, dijo, enfatizando el dilema de confiar en alguien que resulta ser deshonesto.

Sin embargo, el ministro reafirmó su postura en la defensa de la presunción de inocencia y la importancia de permitir que la justicia determine la veracidad de las acusaciones. Además, rechazó la posibilidad de que Cerdán estuviera mandando un mensaje al partido al salir de prisión con documentos en mano, como lo hizo Luis Bárcenas en su momento, argumentando que se trata de una estrategia de defensa ante los cargos que enfrenta.

Por último, Bolaños insistió en que no existe fundamento para las acusaciones de financiación irregular dentro del PSOE, aclarando que las inspecciones al interior del partido habían mostrado que cualquier gasto reportado era simplemente un reembolso legítimo. En un esfuerzo por reequilibrar la narrativa, destacó que, aunque la atención mediática se centra en un puñado de individuos, existen miles de militantes comprometidos y honestos dentro del partido que continúan trabajando por el bien de la sociedad española.