El Ayuntamiento de Carboneras, ubicado en Almería, ha tomado la decisión este viernes de iniciar el procedimiento para la revisión de la controvertida licencia de obras otorgada en 2003 para la construcción del hotel en la playa de El Algarrobico. Esta aprobación fue alcanzada por mayoría absoluta durante una sesión en la que se ausentaron cinco concejales del PSOE y el exalcalde Felipe Cayuela, actualmente independiente.

Salvador Hernández, el alcalde de Carboneras y representante de Ciudadanos, admitió que el proyecto del hotel, que alguna vez se consideró una ilusión para el pueblo, se ha transformado en una completa pesadilla que afecta no solo a Carboneras, sino también a toda la comarca del Levante almeriense. El edil se refirió así a las casi dos décadas de controversias que marcan la historia de este desarrollo turístico, que fue detenido hace años.

Durante su intervención, Hernández comentó que la revisión de la licencia no es un capricho del Ayuntamiento, sino una obligación dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, en medio de lo que calificó como un "culebrón" sobre un proyecto fallido. Destacó que, tras tanto tiempo, los ciudadanos son los verdaderos perjudicados de esta situación, llamando a la Junta de Andalucía y al Gobierno central a dejar de utilizar el Algarrobico como un argumento político.

El alcalde subrayó que, aunque se podría argumentar que el hotel representa un atentado contra el medio ambiente, fue una iniciativa que involucró a varias administraciones. Según Hernández, todos son responsables de que el hotel no haya visto la luz, perjudicando gravemente la imagen y la economía del pueblo.

En un tono de urgencia, Hernández instó a las diferentes administraciones para que se reúnan y busquen una solución que cause el menor daño posible a Carboneras. Expresó su deseo de encontrar un enfoque negociado que contemple incluso la colaboración con la promotora del proyecto.

Por su parte, se refirió a las intenciones de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, de llevar a cabo una expropiación parcial del hotel para proceder a su demolición. Hernández expresó escepticismo ante la situación, señalando que aún persiste el hotel en la playa y temiendo que pasen varios años antes de que se declare completamente ilegal y se lleve a cabo su derribo.

En el ámbito político, Lorenzo González, portavoz del PP en el Ayuntamiento, reprochó a la ausencia del grupo socialista en la sesión de hoy, manifestando una falta de seriedad por parte de quienes no asistieron para defender una postura fundamental del partido en el gobierno.

El acuerdo que se ha tomado abre un periodo de diez días para que las partes afectadas presenten sus alegaciones. Esta decisión fue respaldada por el alcalde y por los cinco concejales del PP en su gobierno, así como por un concejal del PSOE, quien ha estado alejado de las dinámicas del partido recientemente.

El resto de los concejales socialistas se ausentó de la reunión, justificando su falta mediante distintos comunicados, mientras que el exalcalde Cayuela había anunciado previamente su separación del PP. Por su parte, el portavoz del PSOE, José Luis Amérigo, quien votó en contra del acuerdo durante la comisión, afirmó que su falta se debió a un viaje planificado desde hace tiempo, mientras otros concejales adujeron problemas de salud para no asistir.

Ante estas ausencias, el alcalde dejó claro su deseo de recibir justificantes médicos de los concejales que alegaron estar enfermos, así como su esperanza de que el viaje de Amérigo valiera la pena para perderse una reunión sobre un tema tan relevante como la licencia de un proyecto aprobado cuando el PSOE lideraba el Ayuntamiento.

Finalmente, la sesión, que duró apenas 15 minutos, se inició puntualmente a pesar de los problemas previos de los que la casa consistorial había adolecido, como la falta de luz e internet. Gracias al esfuerzo de una funcionaria, el servicio pudo restablecerse justo antes de que diera comienzo el pleno.