En un momento histórico marcado por la urgencia de proteger el patrimonio natural, Catalina García, consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, ha tomado la palabra en su primer Pleno del Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana como vicepresidenta. Durante su intervención, ha subrayado la "importancia" del Plan Anual de Trabajo 2025, describiéndolo como una "herramienta esencial" para asegurar la conservación y sostenibilidad de este espacio tan singular y valioso. Este plan, que abarca más de 300 medidas, ha sido ratificado de manera unánime por todos los miembros del Consejo durante la sesión del lunes.
En una comunicación oficial, García ha detallado que el Plan aborda "los desafíos ambientales más apremiantes" y refuerza el compromiso de la Junta de Andalucía por preservar los "valores excepcionales" de Doñana, que se erige como un emblema tanto a nivel nacional como internacional en términos de biodiversidad y patrimonio natural.
El Pleno, que ha contado con la presidencia de Enrique Mateos en su nuevo cargo, reunió a un amplio espectro de autoridades, incluyendo al viceconsejero de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Sergio Arjona; la secretaria general de Medio Ambiente y Cambio Climático, María López Sanchís; y otros directores y conservadores de la región. En esta cita se puso de manifiesto la relevancia de la colaboración interinstitucional para abordar las realidades que enfrenta Doñana.
La consejera también expresó su agradecimiento al nuevo presidente por "unirse a este gran reto" y, en un gesto de reconocimiento, elogió la labor de Miguel Delibes, quien defendió con tenacidad a Doñana durante años por sus valores ambientales tanto en Andalucía como a escala nacional y europea.
En su discurso, García enfatizó que el Plan Anual de Trabajo 2025 pone un "énfasis particular" en la preservación de especies emblemáticas como el lince ibérico, el águila imperial y la cerceta pardilla, cuya supervivencia es un reflejo de la rica biodiversidad que caracteriza a Doñana.
Adicionalmente, la consejera señaló la rehabilitación de las áreas afectadas por el devastador incendio de 2017 como una tarea esencial para "recuperar la resiliencia del ecosistema y mitigar los daños de episodios anteriores". Esta medida es vital para asegurar la salud a largo plazo de este entorno natural.
Otro tema importante que se trató en el Pleno fue la implementación de proyectos financiados mediante el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que abarcarán la mejora de hábitats, la restauración ambiental y la optimización de instalaciones dirigidas al uso público, vitales para fomentar la interacción sostenible con Doñana.
La gestión de la finca Veta la Palma también fue un punto destacado en la intervención de la consejera. Adquirida por la Junta de Andalucía a finales de 2023 por 72,6 millones de euros, esta finca de 7.600 hectáreas no solo representa un desafío, sino también una oportunidad significativa para consolidar su rol en el equilibrio ecológico que caracteriza a Doñana.
Por otro lado, García informó sobre los esfuerzos realizados durante el año y las iniciativas planificadas para comenzar la restauración ambiental en Veta la Palma. Además, anunció la creación de una Comisión de Trabajo dedicada a esta finca, con una sesión próxima programada para el primer trimestre de 2025, lo que demuestra un compromiso de avanzar de manera sostenible en su administración.
En su discurso, la consejera subrayó la "necesidad de intensificar la coordinación entre administraciones" para afrontar los retos que plantea Doñana, especialmente en lo que respecta al cambio climático y la presión hídrica. Destacó la importancia de los acuerdos recientes entre la Junta y el Ministerio de Transición Ecológica, cuya implementación se incluyó en la agenda del Pleno, poniendo de relieve la colaboración necesaria para preservar este espacio protegido.
Asimismo, se abordaron avances significativos en el Plan Anual de Trabajo, que contempla la declaración de las zonas periféricas del Parque Nacional, la creación de una zona de amortiguamiento reconocida por la UNESCO y el desarrollo de un programa específico para la adaptación de Doñana ante el cambio climático.
Para concluir su intervención, García reflexionó sobre el valor simbólico de Doñana, considerándola "no solo un lugar, sino un símbolo de nuestra capacidad colectiva para conservar el legado natural y perpetuarlo para las próximas generaciones". Resaltó que "este esfuerzo requiere rigor, ilusión y el compromiso de todos los implicados". La Junta de Andalucía ha reafirmado su determinación de seguir trabajando desde la colaboración y el consenso para asegurar que Doñana permanezca como un orgullo para Andalucía y un modelo a seguir en la conservación de la naturaleza a nivel global.
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