La Justicia ha dado un paso contundente contra los presuntos líderes de una organización criminal desmantelada la semana pasada en Almería, en el marco de la operación 'Caramel' que tenía como blanco el 'petaqueo'. Esta actividad ilegal incluía la facilitación de inmigración irregular, el tráfico de drogas en 'narcolanchas' y el contrabando.

Según fuentes judiciales consultadas por Europa Press, cuatro de los diez detenidos durante la comparecencia del pasado viernes ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de El Ejido ingresaron en prisión sin fianza, mientras que los otros seis quedaron en libertad provisional con medidas cautelares.

La investigación, que se remonta a mediados de 2023, apunta a los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, inmigración irregular y contrabando. Los implicados, considerados los principales cabecillas de la red, fueron enviados a prisión por decisión del juez luego de meses de trabajo policial que evidenciaron su papel en la trama.

En el marco de la operación policial, llevada a cabo el 3 de julio, se registraron domicilios y fincas utilizadas por los detenidos para sus actividades ilícitas. Se decomisaron miles de garrafas de combustible, esenciales para el 'petaqueo' que consiste en abastecer embarcaciones ilegales desde la costa.

El instructor sostiene que los implicados suministraban combustible a las 'narcolanchas' que favorecían la inmigración irregular y el tráfico de drogas a través del litoral de la zona del Poniente, especialmente en Adra.

Además del combustible, se incautaron embarcaciones de recreo, vehículos, dinero en efectivo, armas de fuego y un croquis que describiría la organización de la banda y las funciones de sus integrantes.

Se alertó que el grupo intentaba suplantar a otro clan criminal, conocido como 'Los lateros', que fue desarticulado en junio durante la operación 'Ovidio'. Las autoridades estiman que este grupo ilegal habría operado en la zona de Adra desde hace al menos dos años, según la Guardia Civil.

Se cree que la organización llevó a cabo una decena de operaciones para abastecer de combustible a las 'narcolanchas', estableciendo contactos con otras organizaciones criminales y mafias en Marruecos para facilitar actividades irregulares como la inmigración ilegal y el tráfico de drogas en España.