La tragedia ocurrida en un cortijo de Las Alcubillas, en Alboloduy (Almería) el pasado 17 de marzo sigue conmocionando a todos. Alina, la madre de las niñas de dos y cuatro años envenenadas por su padre, está convencida de que él actuó con la intención de hacerle daño.

En una entrevista en Canal Sur Televisión, Alina expresó su incredulidad ante la posibilidad de que su expareja, con quien tenía una orden de alejamiento por malos tratos, pudiera lastimar a sus hijas. De hecho, había pensado en acercarse a él para poder independizarse y llevar a las niñas a Rumanía, país al que deseaba regresar.

Con tan solo 22 años, Alina se encontraba en una situación vulnerable, sin red de apoyo y con dos hijas pequeñas producto de una relación que se tornó cada vez más violenta. A pesar de interponer una denuncia por malos tratos y obtener una orden de alejamiento, la joven madre se sintió desprotegida y terminó dejando una casa de acogida en Granada.

Después de regresar con el maltratador y con la ayuda de este para encontrar un lugar para vivir, Alina decidió instalarse en Abla. Sin embargo, los episodios de maltrato continuaban, como los insultos telefónicos en altas horas de la madrugada.

La situación pareció mejorar cuando Alina permitió al hombre ver a sus hijas con regularidad. Sin embargo, durante la última visita se desencadenó la tragedia que conmocionó a todo el país.

A pesar de la terrible experiencia que ha vivido, Alina ha agradecido el apoyo de los vecinos de Abla, quienes organizaron una colecta para ayudarla económicamente, así como al alcalde del municipio y a su actual pareja sentimental.