La organización ecologista Greenpeace ha vuelto a instar al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a que ejecute de forma forzosa la clasificación de los terrenos en el paraje del Algarrobico, donde se encuentra el polémico hotel de Azata del Sol, como "suelo no urbanizable".
En un nuevo documento presentado este martes, Greenpeace ha solicitado al Ayuntamiento de Carboneras que cumpla con la sentencia que ordena restaurar la legalidad de los suelos protegidos en El Algarrobico y en el Canillar, ambos en Carboneras (Almería).
Según el texto consultado por Europa Press, Greenpeace busca impulsar nuevamente las medidas pendientes tras la decisión judicial del TSJA del 8 de mayo, que dio al Ayuntamiento un plazo de diez días para demostrar que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en vigor cumple con la sentencia que exige que el área ST-1 o El Algarrobico sea calificada como "suelo no urbanizable" y de "especial protección".
"No se ha cumplido con lo acordado", ha insistido Greenpeace, señalando que han pasado tres años desde que comenzó la tramitación para cumplir con la sentencia y aún no se ha avanzado.
Greenpeace destaca que es evidente que El Algarrobico y el Canillar continúan siendo considerados urbanizables en el PGOU y en la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía, a pesar de que deberían haber sido designados como áreas protegidas hace tres décadas.
La organización especifica que la Consejería de Fomento aún no ha completado el proceso de revisión y modificación del PGOU, por lo que sigue considerando urbanizables áreas que deberían ser protegidas desde hace tiempo.
En respuesta a esta situación, Greenpeace había solicitado anteriormente una multa al alcalde de Carboneras, pero el TSJA desestimó esta petición argumentando que no se había declarado nula la decisión del Ayuntamiento.
A pesar de esta decisión judicial, Greenpeace insiste en que se ha intentado evitar cumplir con la sentencia y considera que es necesario aplicar medidas coercitivas para asegurar el cumplimiento de la ley.
El Gobierno andaluz sostiene que el suelo en cuestión no es urbanizable, pero Greenpeace considera que la normativa municipal actual vuelve a clasificar los terrenos como urbanizables, lo que supone un obstáculo para la demolición del hotel en El Algarrobico.
Además de solicitar la multa al alcalde de Carboneras, Greenpeace ha pedido la suspensión de otra sentencia que obliga al Ayuntamiento a revisar una licencia de obras, lo que podría facilitar la demolición del hotel.
A pesar de los obstáculos y los cambios en el gobierno municipal, Greenpeace sigue presionando para garantizar el respeto de las leyes ambientales y la protección de las áreas protegidas en Almería.
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