Griñán denuncia el uso del acuerdo PSC-ERC para atacar al Gobierno y fomentar la "catalanofobia"
En Sevilla, el 22 de septiembre, el expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán ha expresado su descontento por el uso político que se le ha dado al acuerdo entre el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) en relación a la financiación. Este acuerdo ha permitido la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat, y Griñán considera que se ha utilizado de forma oportunista para atacar al Gobierno central y fomentar la catalanofobia.
En un artículo publicado en elcorreoweb.es y coescrito junto a la exconsejera andaluza de Hacienda Carmen Martínez Aguayo, Griñán y Martínez Aguayo destacan la importancia de respetar la asimetría fundacional de España, establecida por los constituyentes para permitir el desarrollo de los Estatutos de Autonomía de cada región de forma bilateral. Defienden la singularidad y la bilateralidad como principios fundamentales en la configuración del Estado autonómico.
Los autores del artículo advierten sobre la ambigüedad deliberada del texto del acuerdo y destacan la importancia de abordar las dudas y debates de manera constructiva y basada en datos reales, en lugar de caer en discursos alarmistas o falsedades.
Griñán y Martínez Aguayo plantean la posibilidad de un modelo confederal de Estado a raíz de este acuerdo, aunque subrayan la necesidad de resolver la histórica infrafinanciación de Cataluña con transparencia y respeto. Señalan que el acuerdo no se basa en agravios o falsedades, sino en la búsqueda de soluciones justas para todas las regiones.
El artículo también destaca las diferencias entre el sistema propuesto en el acuerdo catalán y el concierto vasco, haciendo hincapié en la importancia de mantener ciertas competencias estatales y regionales para garantizar la colaboración eficaz.
En cuanto al proceso de negociación, los autores apuntan a la necesidad de un órgano multilateral decisorio y destacan la importancia de encontrar un equilibrio entre solidaridad interregional y el respeto a la autonomía de cada región.
En resumen, el artículo concluye que la igualdad y la solidaridad entre regiones deben ser garantizadas por el Gobierno de España y no por acuerdos políticos como el alcanzado entre el PSC y ERC.