24h Andalucía.

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La Audiencia de Sevilla decide dedicar tres días a evaluar una posible consulta al TJUE sobre las sentencias del TC relacionadas con los ERE.

La Audiencia de Sevilla decide dedicar tres días a evaluar una posible consulta al TJUE sobre las sentencias del TC relacionadas con los ERE.

En un panorama judicial cargado de tensión, la Audiencia Provincial de Sevilla ha marcado los días 24 y 29 de abril y 13 de mayo como fechas clave para deliberar sobre la posibilidad de remitir una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Esta decisión surge tras la reciente anulación de condenas a varios imputados por la financiación irregular de los ERE, una saga que ha agitado la política y la justicia en Andalucía.

La sala que supervisa estos casos ha emitido una providencia que solicita información a las partes involucradas sobre si el Tribunal Constitucional (TC) ha sobrepasado sus competencias al interpretar de manera diferente los delitos de prevaricación y malversación en sus pronunciamientos. A través de este proceso, se cuestiona si las nuevas interpretaciones emanadas del TC cumplen con los estándares internacionales en la lucha contra la corrupción.

Las fechas señaladas para la deliberación reflejan la complejidad del asunto, ya que el TC ha afirmado que las decisiones tomadas por la Audiencia de Sevilla y el Tribunal Supremo fueron irregulares. Dichas instancias, al desestimar recursos de apelación, habrían vulnerado el derecho a un juicio justo según la Constitución Española, un aspecto que ensombrece la legitimidad de las condenas originales.

El TC ha subrayado que cuestiones como la participación en la elaboración de presupuestos no deberían ser tratadas como resoluciones administrativas sujetas a control judicial. Este planteamiento establece que los jueces deben actuar en conformidad a la ley, salvo que se demuestre que esta es inconstitucional, un detalle que podría tener repercusiones significativas sobre el proceso judicial en curso.

El informe emitido por la Audiencia el pasado marzo indica una preocupación fundamental: determinar si el TC ha invadido la competencia de los tribunales ordinarios al reinterpretar delitos establecidos y si su enfoque puede generar un vacío de control sobre la gestión pública, poniendo en riesgo la transparencia en el uso de recursos públicos.

Además, se ha planteado la posibilidad de que la doctrina del TC no se alinee con los principios comunitarios que regulan la lucha contra el fraude, lo que podría acarrear serias implicaciones para la confianza pública y el manejo fiscal del Estado. Esto pone de manifiesto las tensiones entre la interpretación nacional y las exigencias europeas.

La incertidumbre continúa en torno a si los tribunales locales seguirán las directrices del TC en relación a los presupuestos de los años 2002 a 2009, con la posibilidad de que ciertas conductas sean consideradas admisibles, a pesar de que no encajen dentro del marco penal establecido.

En este contexto, el presidente del TC, Cándido Conde-Pumpido, ha encargado un informe que aclare si corresponde a la Audiencia formular una cuestión prejudicial al TJUE. Las conclusiones hasta ahora indican que no se puede restringir la facultad de los jueces para hacer preguntas al TJUE, implicando que, aunque existan sentencias del TC, estas no son un obstáculo absoluto a la consulta.

Algunos informes han señalado que incluso el mero debate sobre este asunto podría ser visto como una injerencia en la independencia judicial, sugiriendo que el TC debe ser cauteloso y respetar las competencias de cada jurisdicción. Conde-Pumpido, en un reciente encuentro informativo, enfatizó que el TC no bloqueará ninguna pregunta al TJUE, mientras subrayó la necesidad de reflexionar sobre estos temas innovadores, dadas las particularidades de este caso, donde ya hay una sentencia que culmina la vía judicial nacional.