El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha manifestado su esperanza de que las clases en los colegios de la provincia de Málaga puedan reanudarse este próximo viernes, después de haber estado suspendidas durante dos días por el impacto de un intenso temporal de lluvias que comenzó el miércoles.

Durante una rueda de prensa en Benamargosa, uno de los municipios más rebosantes de la provincia debido a la DANA, Moreno explicó que su equipo se encuentra actualmente en el proceso de evaluar los daños ocasionados, señalando que las inundaciones han complicado el acceso a las instalaciones educativas y que algunas aulas requieren una limpieza exhaustiva debido al agua acumulada.

El presidente andaluz subrayó que la vuelta a la normalidad en el entorno educativo se intentará concretar para mañana, siempre y cuando se aseguren las condiciones de seguridad necesarias tanto para los niños como para sus familias. Reconoció el esfuerzo que se le ha solicitado a los padres al suspender las clases, en un claro intento de mantener la seguridad colectiva.

Moreno también recordó la magnitud del impacto en la comunidad educativa, destacando que más de medio millón de estudiantes, tanto de educación básica como universitaria, en las provincias de Málaga, Granada, Sevilla, Huelva y Cádiz, se han visto afectados por esta situación, lo que ha traído consigo inconvenientes significativos para muchas familias que se han encontrado sin opciones para el cuidado de sus hijos durante estos días.

El presidente pidió comprensión a los padres en estos momentos complicados, enfatizando que la decisión de suspender las clases fue motivada por la necesidad de prevenir situaciones peligrosas, sobre todo en un momento en que las lluvias intensifican los riesgos asociados a los desplazamientos de los escolares. "Es preferible anticiparse a los problemas que tener que hacer frente a sus consecuencias", afirmó Moreno, subrayando su compromiso con la prevención y la protección de los más vulnerables.

Ante las quejas que han surgido de algunos padres, especialmente aquellos que no han experimentado las lluvias en sus respectivas áreas, el presidente insistió en que la decisión se adoptó con la mejor de las intenciones, buscando salvaguardar tanto a los niños como a sus familias en este contexto de adversidad climática. "Lo hacemos por el bienestar de todos", concluyó.