SEVILLA, 13 de marzo. Un nuevo capítulo judicial se abre en la vida de la reconocida actriz María León, quien enfrentará este viernes a las 9:45 en el Juzgado de lo Penal número 12 de Sevilla, un juicio en el que se la acusa de atentado y lesiones a una agente de la Policía Local. León sostiene que fue víctima de un abuso por parte de las autoridades durante una detención que ocurrió en un contexto de confusión en la noche del 1 de octubre de 2022.

Los incidentes que llevaron a esta situación se desarrollaron cerca de la emblemática avenida de María Luisa, donde, según la versión policial, un grupo de agentes respondía a una alerta sobre un ciclista que mostraba señales de embriaguez. En este contexto, María León y otros testigos comenzaron a captar el momento con sus teléfonos, lo que desencadenó la solicitud de identificación por parte de la policía. Al no llevar su DNI, las autoridades propusieron que la actriz se dirigiera a la comisaría en un vehículo policial.

La situación escaló cuando, según el informe de los agentes, varias personas rodearon el patrullero y uno de los ocupantes abrió la puerta del coche. En medio del tumulto, se alega que León intentó salir del vehículo y, supuestamente, golpeó a una de las policías que intentaba impedir su salida. Este suceso resultó en su arresto, un hecho que la actriz refuta firmemente, alegando que las autoridades usaron fuerza excesiva durante la intervención.

Durante su comparecencia en el tribunal, León ejerció su derecho a permanecer en silencio, lo que llevó al juzgado a liberar provisionalmente a la actriz mientras se formalizaba la causa contra ella. En junio de 2023, la magistrada del Juzgado de Instrucción número 18 de Sevilla, María José Moreno, decidió procesarla por un intento de agresión a la autoridad y lesiones leves, basándose en la información proporcionada por los agentes presentes esa noche.

La instrucción del caso ha revelado que el procedimiento policial consideró la situación como un disturbio, donde la actriz no solo capturó el momento en su móvil, sino que también hizo comentarios despectivos hacia los policías. Esta narrativa se complementa con el testimonio de los agentes, quienes sostienen que la actuación de León y su grupo dificultó el cumplimiento de sus deberes, llevando a una confrontación que terminó en la detención.

A pesar de la gravedad de la acusación, el mismo juzgado que ahora procesa a León había desestimado previamente su propia denuncia contra los agentes por supuestos abusos durante su arresto en 2022, concluyendo que no habían suficientes pruebas para justificarla. Este caso nos recuerda la compleja interacción entre el ejercicio del derecho a la protesta y el deber de las fuerzas del orden en situaciones de orden público.