El área del metal auxiliar en Cádiz se encuentra en un estado de agitación creciente a medida que los trabajadores se preparan para comenzar una huelga de 48 horas a partir del próximo miércoles 18 de junio. Este paro surge tras el fracaso de las negociaciones del convenio colectivo entre la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Cádiz (Femca) y los sindicatos en el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla) durante este inicio de semana.
A pesar de los encuentros que buscaron aliviar el estancamiento en las conversaciones, tanto la patronal como los representantes de los trabajadores se han encontrado en un callejón sin salida, con posturas diametralmente opuestas y sin posibilidades de alcanzar un acuerdo que evite la huelga.
Antonio Montoro, secretario de FICA UGT en Cádiz, ha expresado su frustración con la actitud de Femca, señalando que la propuesta presentada recientemente no solo es inadecuada, sino que resulta insultante. Según Montoro, el planteamiento entregado al Sercla era "aún peor" que el anterior, lo que refleja una clara falta de respeto hacia los trabajadores.
Con un tono más contundente, Montoro ha advertido que los trabajadores no deben conformarse y ha instado a buscar otras alternativas frente a una patronal que, a su juicio, ha demostrado no estar a la altura de las circunstancias y que, según él, no debería participar más en la negociación del convenio.
Durante el día de ayer, Femca lanzó un comunicado en el que animaba a firmar su última propuesta, la cual incluía un aumento salarial del 3% para 2024, con atrasos incluidos, y del 2,8% para 2025, además de compromisos de ajuste anual conforme al IPC hasta 2030. La propuesta también contemplaba mejoras en dietas, anticipos y otros beneficios, pero no logró convencer a los sindicatos.
En medio de la tensión, los trabajadores de las empresas auxiliares de Navantia realizaron un corte de tráfico en las principales vías de acceso a los astilleros de Cádiz, un acto que visualizó su descontento y que anticipa la serie de protestas planeadas para esta semana.
Uno de los principales puntos de conflicto en las negociaciones ha sido la inclusión de una nueva modalidad de contrato que perjudica a quienes no cuentan con experiencia previa en el sector, algo que fue categóricamente rechazado por CCOO. Este aspecto se ha convertido en una “línea roja” que impide cualquier avance en las negociaciones.
Frente a la insistencia de Femca, los sindicatos han reiterado su rechazo a la propuesta, lo que ha llevado a la convocatoria de dos días de huelga, así como la posibilidad de una paralización indefinida a partir del 23 de junio si no se produce un cambio significativo en la situación.
Montoro ha enfatizado que es inaceptable continuar con una patronal que, según él, está dañando la economía de la región con su intransigencia, advirtiendo que la responsabilidad de cualquier crisis futura recae directamente sobre ellos. Sin embargo, también ha expresado su deseo de que las movilizaciones se desarrollen con normalidad y que se llegue a un acuerdo beneficioso para el sector en un futuro cercano.
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