En el marco del Foro Económico de El Español 'Wake Up Spain', celebrado el 1 de abril en Madrid, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha expresado su preocupación por la escalada de tensiones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos. Moreno ha defendido la necesidad de una "diplomacia inteligente" para prevenir una confrontación comercial que consideró "absurda" a raíz de las recientes amenazas de Donald Trump en relación a los aranceles a productos europeos.

El líder andaluz destacó que Andalucía, junto a Cataluña, es una de las regiones más afectadas por las posibles medidas proteccionistas de Estados Unidos, ya que sus exportaciones a este mercado son significativas. "La incertidumbre genera mucha preocupación", afirmó Moreno, subrayando que los aranceles propuestos podrían tener un impacto devastador en las empresas andaluzas que han trabajado durante años para establecerse en un mercado altamente competitivo y exigente, como es el estadounidense.

Moreno describió la imposición de un arancel del 25% como un "mazazo" que podría forzar a las empresas a abandonar ese mercado. Alertó que esta medida dañaría no solo los intereses comerciales de Andalucía y España, sino que también afectaría gravemente sectores clave como la agricultura y la automoción, que dependen de su acceso a las importaciones estadounidenses.

El presidente andaluz instó al Gobierno de España y a la Unión Europea a adoptar un enfoque diplomático más activo y estratégico en la negociación con Estados Unidos. “Contamos con un músculo económico importante y una capacidad de influencia que debemos utilizar para evitar una guerra comercial que, sin duda, obstaculizará el comercio global y limitará el desarrollo y el progreso en diversas partes del mundo”, argumentó Moreno, enfatizando que el conflicto también perjudicaría a Estados Unidos.

Finalmente, Moreno expresó su deseo de que, a pesar de lo que él llamó “bravuconadas” por parte de la administración Trump, se pueda alcanzar un acuerdo racional y equilibrado que proteja los intereses legítimos de todas las naciones involucradas. “Es fundamental que defendamos nuestros principios en el comercio internacional. No podemos permitirnos una guerra en la que no hay ganadores”, concluyó, llamando a la cooperación y al entendimiento entre naciones para evitar consecuencias perjudiciales para todos.