La Asociación de Agricultores, Ganaderos y Productores (Agapro) ha denunciado la imposición de duras restricciones para el riego y el abastecimiento en la comarca de Baza, en la provincia de Granada, por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) a través de su propuesta para la declaración de riesgo de la masa de agua subterránea Baza-Freila-Zújar.

El presidente de Agapro, José Antonio Azor, ha afirmado que la solución más viable sería reemplazar las extracciones subterráneas por agua superficial proveniente de embalses como el Portillo para el consumo humano y el Negratín para el riego.

En este sentido, Azor ha enfatizado que la prioridad no debería ser declarar en mal estado el acuífero y limitar su uso, sino llevar a cabo las infraestructuras necesarias para sustituir estas extracciones.

Los empresarios consideran que el sector agrícola es el más perjudicado por estas medidas, señalando que la CHG propone, dentro del proceso de consulta pública para declarar en riesgo la masa de agua subterránea Baza-Freila-Zújar, acciones como la clausura de captaciones ilegales, la restricción del consumo de agua por habitante en municipios, la prohibición de nuevos pozos y la paralización de los expedientes de modificación de concesiones de aguas subterráneas.

Además, la CHG plantea un programa de actuaciones que obligará a los usuarios a formar una Comunidad de Usuarios de Aguas Subterráneas y limitar las extracciones anuales según la planificación hidrológica, así como la contratación de un hidrogeólogo residente para lograr caudales específicos en manantiales de la zona para el año 2027.

Para Agapro, estas restricciones suponen un golpe duro para los agricultores de la comarca, quienes llevan años esperando las concesiones del embalse del Negratín para sustituir las aguas subterráneas por las superficiales, lo que afectará significativamente a sus producciones.