El 14 de septiembre en Málaga, el secretario general del PSOE y actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó su firme apoyo a María Jesús Montero, ministra de Hacienda y candidata del PSOE-A para la presidencia de la Junta de Andalucía. En su intervención, no dudó en lanzar dardos al presidente de la Junta, Juanma Moreno, a quien describió como un político de derechas, resaltando su falta de energía y de visión para el futuro.

Durante un mitin, Sánchez defendió la elección de Montero a pesar de las críticas de algunos sectores de la prensa conservadora, que insinuaban que su decisión respondía a un interés por colocar a diferentes ministros en regiones específicas. “La decisión de elegir candidatos de los propios territorios es un valor, no en contra de ellos”, enfatizó.

Además, el presidente del Gobierno no escatimó elogios hacia otros ministros de su gabinete, como Pilar Alegría, Diana Morán y Óscar López, a quienes reconoce por su labor y dedicación. Sin embargo, se mostró nostálgico ante la idea de perder a Montero como vicepresidenta, manifestando que aunque ocupará la presidencia de la Junta, siempre la extrañará en su actual rol dentro del Gobierno.