El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha puesto sobre la mesa la necesidad de renovar la financiación autonómica, un proceso que considera urgente tras más de una década de mayorías absolutas del Partido Popular. Su declaración se produjo durante la celebrada Festa de la Rosa en Gavà, Barcelona, donde reunió a numerosas figuras del PSC, incluido el presidente de la Generalitat, Salvador Illa.

Sánchez subrayó que es el momento adecuado para revisar el modelo de financiación y fortalecer el Estado del Bienestar, un objetivo que planea llevar a cabo en esta legislatura. Considera que una modernización del sistema beneficiará no solo a Catalunya, sino a todas las comunidades autónomas del país, especialmente dado el creciente protagonismo que tienen estas en la implementación de políticas públicas.

En su intervención, el presidente también destacó que su gobierno ya está dando pasos en esta dirección, mencionando la asignación de 300.000 millones de euros en transferencias a las comunidades autónomas durante la legislatura y la reducción significativa de la deuda, un acuerdo alcanzado en colaboración con ERC.

Sánchez denunció la resistencia de las administraciones regionales gobernadas por el PP, acusándolas de mantener una postura de “dogmatismo puro y duro”. Comparó esta actitud con la negativa de un particular a aceptar una quita bancaria, insistiendo en que el cambio es necesario y beneficioso.

El presidente también señaló la gestión de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, contrastando los 45.000 millones de euros que su gobierno ha transferido durante la legislatura con el escaso impacto que esto ha tenido en los servicios públicos. De acuerdo con sus palabras, solo el 45% de esos fondos se ha destinado efectivamente a mejorar los servicios, mientras que el resto ha sido canalizado hacia "regalos fiscales" para los más adinerados. Además, Sánchez extendió sus críticas al presidente andaluz, Juanma Moreno, sugiriendo que la situación en Andalucía se asemeja a la de Madrid en este sentido.