SEVILLA, 3 de noviembre. La justicia sevillana ha emitido una sentencia que condena a 20 años de prisión a una mujer por el delito de intento de asesinato tras haber abandonado a su recién nacida en un contenedor de basura en Los Palacios y Villafranca en diciembre de 2023. Al mismo tiempo, el tribunal ha absuelto al amigo que la asistió en este grave acto, argumentando que su discapacidad intelectual le exime de responsabilidad penal.

La decisión, tomada por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, fue anunciada el 30 de octubre y se notificó a las partes involucradas este lunes. El tribunal otorga a la mujer una condena significativa, destacando la agravante de parentesco y la atenuante de drogodependencia, aunque no se ha aceptado la atenuante de confesión solicitada por su defensa. Además, se le impone una orden de alejamiento de la niña durante 24 años, así como una indemnización de 45.000 euros.

El juicio, que tuvo lugar entre el 20 y el 21 de octubre, reveló que la acusada, que vivía con una familia de acogida y había ocultado su embarazo, dio a luz en el baño de su vivienda. Conscientes de las repercusiones de su escondido estado, decidió deshacerse de la pequeña, utilizando bolsas de plástico y pidiendo ayuda a su amigo, quien se encontraba en la casa temporalmente por su relación con la familia.

El tribunal establece que el amigo, quien padece un 67% de discapacidad y estaba bajo un régimen de cuidados, actuó sin la plena capacidad de entender las acciones que estaba realizando. Siguiendo las instrucciones de la mujer, él depositó a la bebé en un contenedor a solo 100 metros de su hogar. A pesar de la complicidad en el delito, el tribunal cree que no había suficiente conciencia en él para asumir la responsabilidad penal.

Tras el abandono, la niña fue rescatada por unos vecinos que rápidamente la llevaron a un centro médico, desde donde fue posteriormente trasladada a un hospital en Sevilla, donde se determinó que había sobrevivido gracias a la atención inmediata recibida. Los magistrados consideran que la decisión de la mujer de abandonar a su hija fue deliberada, consciente de que el lugar escogido era poco transitado y que las condiciones climáticas comprometían las posibilidades de supervivencia de la recién nacida.

La sentencia también resalta que la implicada era consumidora de drogas, lo que limitaba aún más su capacidad de juicio. El tribunal afirma que si bien la madre alegó en juicio que no tenía la intención de matar a su hija, la evidencia presentada a lo largo del proceso contradice su testimonio y deja claro que se trató de una tentativa de asesinato en la que concurrió alevosía, dada la incapacidad de la bebé para defenderse.

Finalmente, los jueces argumentan que la vulnerabilidad inherente de un recién nacido a la hora de enfrentarse a un ataque, así como la planificación y ocultación de la situación por parte de la madre, refuerzan la calificación del hecho como asesinato en grado de tentativa. La conclusión del tribunal resalta la grave naturaleza del acto y la responsabilidad moral que recae sobre quienes buscan esconder la verdad detrás de tales situaciones extremas.