En Málaga, la Fiscalía ha presentado una dura acusación contra un hombre al que se le exige una pena de 13 años de prisión por presuntamente haber asesinado a un joven con nueve puñaladas. La víctima, que supuestamente acudió al domicilio del acusado para comprar droga, habría sido objeto de un violento altercado en el que perdió la vida. Además, la Fiscalía ha solicitado que el procesado abone una indemnización de 200.000 euros a la familia del fallecido, una cifra que refleja la gravedad del crimen.

Los trágicos eventos ocurrieron en abril de 2022. De acuerdo con los documentos judiciales a los que ha accedido Europa Press, antes de ese fatídico mes, la víctima, un estudiante universitario que vivía con sus padres en una zona de Málaga, había iniciado una relación con el acusado debido a su creciente consumo de drogas. Esta dependencia condujo a una serie de deudas, lo que ha originado otro proceso judicial en paralelo.

El día de la tragedia, la víctima se presentó en la vivienda del imputado acompañado de un amigo, con la intención de adquirir drogas y discutir asuntos relacionados. El amigo ingresó primero a la casa y, inmediatamente, se desató una fuerte discusión con el acusado. En el transcurso de esta confrontación, se produjo un intercambio de golpes, donde ambos sufrieron lesiones leves, como señala la acusación.

Posteriormente, la víctima intervino en el conflicto, incrementando la tensión. En medio de esta pelea, el acusado supuestamente se dirigió a la cocina, tomó un cuchillo de 22 centímetros de longitud y, con la intención de acabar con la vida del joven, le propinó múltiples puñaladas, según la Fiscalía. La víctima recibió en total nueve heridas de arma blanca.

A pesar de sus graves lesiones, la víctima intentó protegerse levantando el brazo, pero sufrió heridas significativas en diferentes partes del cuerpo, incluyendo su tórax y su cabeza, con una puñalada que penetró en su pulmón y corazón. En un momento de desesperación, el joven y su amigo decidieron huir del lugar en lugar de buscar ayuda, dejando atrás la escena de un terrible crimen.

Se alega que el acusado, con el cuchillo aún en mano, trató de perseguir a ambos, aunque no logró encontrarlos. Al ver que se habían ido, el hombre se ocultó en su casa, cambió de ropa y procedió a limpiar el arma del crimen, deshaciéndose del cuchillo en un cubo de basura y arrojando las drogas en los tejados cercanos para eliminar cualquier evidencia de su implicación.

En medio del caos, el amigo de la víctima eligió ignorar la asistencia médica, a pesar de que un sanitario del 061 se encontraba en la cercanía, atendiendo a otra emergencia. Por su parte, el joven herido logró descender al portal del edificio, donde se desvaneció. A pesar de los esfuerzos del sanitario que intentó reanimarlo, la víctima falleció debido a la gravedad de sus heridas.

La llegada de la Policía al domicilio del acusado reveló un escenario inquietante. Tras varios intentos de llamar a la puerta sin respuesta, los agentes forzaron la entrada y encontraron al imputado tendido en el suelo con lesiones leves derivadas de la pelea anterior. En el lugar también hallaron el cuchillo utilizado en el ataque y ropa manchada de sangre, evidencia que refuerza la acusación formulada contra él.

Por estas razones, la Fiscalía sostiene que el acusado cometió un delito de homicidio. Con base en esta acusación, se ha solicitado no solo una condena de 13 años de prisión, sino también el pago de 200.000 euros a los herederos del joven fallecido, subrayando la gravedad de este trágico suceso que ha conmocionado a la comunidad.